
La sonrisa de Nicolás
Pensé que la crisis nos agudizaría el ingenio, despertaría nuestra imaginación, nos haría abrir unos ojos como platos, nos haría, en definitiva, más humanos, más inteligentes, menos prepotentes; todo ello, es verdad, a cambio de pagar un precio demasiado alto: despidos de ofertón, recortes que impresionan y no se entienden, sueldos de risa… a cambio, en resumidas cuentas, de quedarnos el bolsillo temblando o absolutamente sin blanca, y de saber que no hay remiendo que valga. Pero qué va, mi gozo, hace tiempo que cayó en pozo profundo. Miro a mi alrededor y sólo encuentro vergüenza y despropósitos, y lo que es peor, hay días que ni a mí misma me encuentro. Ya saben, eso que decía aquel cantautor de estoy pasando un bache, un revés, un agujero…que es últimamente la banda sonora de muchas vidas, no solamente de la mía. Camps y su compinche, el cursi de Costa, o sea, que han engordado la saca, vestido de punta en blanco, se han puesto ciegos de caviar y otras delicatessen, que se han reído de sus votantes y de los que jamás se nos ocurriría votarlos …ambos dos, han sido declarados ¡i-no-cen-tes! y vitoreados por sus fieles como si fueran dos mártires benditos, a los que de la mano de algún “dios justiciero”, que para mí ese día no sabía para donde estaba canteado, hubiera obligado al tribunal popular...
Read More