Esteban López Aguilar «Yo crecí en La Aceña del Duque»

Pregunta: Hola Esteban, sabemos que viviste en la Aceña del Duque varios años, ¿cuándo y qué edad tenías entonces?

Esteban López: Llegué a la Aceña en septiembre de 1953, contaba por entonces con 3 años y me vine en octubre de 1968. En total estuve allí 15 años de mi vida.

P: En la Aceña hubo una escuela, ¿fuiste alumno de ella?

E.L.: No, desapareció antes que llegara yo a edad escolar.

P: ¿Recuerdas dónde estaba situada y cuántos alumnos había?

E.L.: La escuela estaba al bajar a la Aceña, el primer edificio que hay a la izquierda, en la planta de arriba. Había entre 25 y 30 alumnos.

P: ¿Todos los alumnos residían en la Aceña?

E.L.: La mayoría de los alumnos eran de las fincas de los alrededores, de la Aceña unos 5 o 6, los demás éramos pequeños.

P: ¿Cuál era su horario?

E.L.: El horario era de mañana y tarde. Por la mañana de nueve a una y por la tarde de catro a seis y media.

P: ¿Cuantos maestros teníais?

E.L.: Maestros había solo había uno. Se hospedaba o vivía en una finca que estaba al lado de la Aceña y por causas que desconozco se marchó y a partir de ahí nos trasladaron a la escuela de la Sauceda, allí fue donde asistí al colegio.

P: Cuando se acababa el horario de clase, ¿cuáles eran vuestros pasatiempos?

E.L.: Pues supongo que como todos los niños, jugábamos a los juegos que por entonces se estilaban, en aquella época no había tele, pero nos lo pasábamos realmente bien.

P: ¿Parándonos un momento en los juegos de la aquella época, ¿cuáles eran para vosotros las más habituales?

E.L.: Jugábamos a muchos: el escondite, las canicas, a coger… y las niñas jugaban a la comba, las casitas, la tajuela… Éstos eran los más comunes, pero siempre surgía alguno nuevo, era difícil aburrirse.

P: ¿Había alguna fiesta importante en la Aceña durante el año?

E.L.: Estaban las matanzas, la Noche Buena, el 18 de julio y el día de Santiago. En las matanzas se invitaba a la familia y se convertía en un día de fiesta grande. El día 18 de julio, venía mucha gente del pueblo a bañarse al río, otros venían a pescar con trasmallos y con algo que usaban para que los peces se quedaran mareados en la orilla, también había una cantina donde se servía vino, cerveza y refrescos.

P: Vosotros, como niños, seguro que pensabais sólo en jugar, pero vuestros padres, ¿qué funciones desempeñaban en la Aceña?

E.L.: Nuestros padres hacían un servicio de 8 horas cada uno, limpiando la turbina y la maquinaria que había para producir la luz que consumía el pueblo. Había tres empleados.

P: ¿Sabes cuál es el estado actual de la Aceña? ¿Cuándo fue la última vez que estuviste allí?

E.L.: Sí, el estado de la Aceña es desastroso, causado por destrozos de personas ajenas y sin provecho. Hace dos meses que estuve por última vez y da pena ver como está.

P: ¿Qué piensas del deterioro en el que se encuentra?

E.L.: Se podría haber evitado, mi padre y Pedro “el Manco” lo tenían muy cuidado, pues todos los veranos iban de veraneo y muchos domingos pasaban allí el día.

P: ¿Crees que ese deterioro es algo irremediable?

E.L.: Ya lo he explicado antes, se podría haber evitado respetándolo.

P: ¿Cuándo dejó de funcionar la turbina de la Aceña y por qué?

E.L.: Dejó de funcionar el 12 de mayo de 1962, fue el día que se rompió la pesquera, la obra para arreglarlo valía mucho dinero y los dueños decidieron vender la parte derecha de la calleja o camino, toda la red eléctrica y abonados del pueblo, quedando allí como empleado mi padre solo. Al romperse la turbina, instalaron un transformador y así pasar la corriente a más potencia para el consumo del pueblo, esa corriente la tomaron de una línea que cruzaba por allí. En 1968 se instaló la línea directa a Torrejoncillo y nos trasladamos a Plasencia a otra central más moderna. Vivíamos en Plasencia ciudad.

P: ¿Cambiarías los tiempos de tu niñez en la Aceña por los de cualquier niño de hoy día?

E.L.: Hombre, eran otros tiempos, pero cada uno creo que estamos conformes con lo que hemos vivido, no conocimos otra cosa y fuimos felices, pero sin duda hoy hay más recursos de todo tipo para divertirse.

TTN: Gracias Esteban.