
AQUELLOS COMERCIOS DE ANTAÑO
¿Y qué me dicen del exquisito zumogás al natural que fabrica don Dalmacio González Sánchez en su fábrica de gaseosas?, aunque las gaseosas y sifones de Don Julio Galán no tienen nada que envidiar. Si lo prefieren, pasen al Bar Moderno de Don Alejandro Gil. Prueben los vinos de cosecha de Don Francisco Ramos, y en el Bar Sereno, podrán encontrar vinos de cosecha y aperitivos; y por supuesto, no dejen de entrar en el Bar Luis, ni tampoco en el de Don Pedro Rodrigo, que con su buen hacer ofrece a sus clientes vinos, café y Licores. En el de Don Pedro Corcho degustará usted vinos, refrescos y gaseosas; en el Bar Curro, cafés, vinos, licores y aperitivos. ¿Que no hay quien dé más? ¡Sí, hombre, sí, en el Bar Molero, todo lo anterior y cervecita!
¡Bueno, bueno, señores, vamos a cambiar de establecimientos porque si no voy a acabar trastocando las letras, y eso no queda bien!
¿Sabían ustedes que por aquellos años había una Academia “La Purísima” en la que preparaban para Bachillerato, Oposiciones de Magisterio y otras preparaciones especiales? Y saquen ustedes la entrada, porque en el Cinema Lasi se ofrecen las mejores películas de la temporada: Aquellos años del cuplé, Sueños de Oro, Anastasia ( y entre paréntesis, por si alguien no sabía entonces y alguno se me ha despistado con el tapeo, Anastasia era nada menos que la “hija del zar de Rusia”), Mari Cruz, Calle Mayor, Maravilla, Fedra, Santos, “El Magnífico”, La Faraona: ¿Dónde verán ustedes una película de su agrado, y pasarán un buen rato? …No lo duden, en el Cine Lasi.

¡Atención las amas y amos de casa, porque ha llegado la hora de hacer la compra! Primero los comestibles y que nadie se me despiste. ¡Vamos, vayan cogiendo la vez!
Los Ultramarinos Finos y Explosivos de Doña Presentación Lorenzo les ofrecen una gran variedad de productos y a muy buen precio. Don Narciso Martín fabrica unos embutidos para perder el sentido y mandar el colesterol a cierto sitio. Y el pan de pueblo, rico y tierno, en la Panadería de Gómez, en la Panadería San José, o en la de Peguero.
Por favor, no se me acumulen y pasen algunos a los comestibles de Don Emilio Martín Gil, o a los de la Viuda de Emilio Clemente que no desmerecen; o a los de Don Demetrio y Don Francisco Rodilla. En los ultramarinos de Don Cipriano Moreno podrán encontrar además radios, máquinas de coser y toda clase de muebles, pero no me sean manirrotos y vigilen de cerca el monedero, que no está la cosa como para hacer dispendios. Aquí, Don José Sánchez Peguero, les ofrece comestibles de muy buena calidad y también un taller de carpintería. Para carne buena y fresca, la de Don Eulogio Rivas, sin duda, sí, sí, usted el de la barbacoa… y, señora, los huevos para la tortillita en casa de Don Miguel García, el mejor en compra-venta de aves, huevos y caza.
Pero, ¿que todavía hay quien se lo está pensando? ¡Pasen, vean y compren en los Coloniales de Don Vicente Petrón y en los Ultramarinos de Don Pedro Eloy Gil! Y las frutas, háganme el favor de no dudarlo, las mejores, las de Don Vicente Estévez León…
¿Qué, ya se me están cansando? ¡No esperaba yo esto de ustedes! ¡Pero si ahora nos vamos de ropa y complementos, con lo que nos gusta esto a las mujeres y a algunos hombres también, que lo sé de buena tinta!
Por favor, las guatas aquí, en “La Guatera Torrejoncillana”, calidad y buen precio. Las mejores mantas de guata las fabrican los Llanos Núñez y Muelas; en “La Pura”, encontrarán tejidos fabricados manualmente, artesanía pura: colchas, mantas, alforjas de lana y algodón, con grandes novedades en dibujos; todo ello, fabricado por el Hijo de Don Juan Díaz Cordero. Tejidos de artesanía también, en el comercio de la Viuda e Hijos de Don Vicente Moreno, y en “La Casa de los Calzones”.
¿Que a usted lo que le gusta es el traje a medida? Acompáñeme, por favor, ¡será por Sastrerías! Pase y elija: Sastrería y Pañería de Don Julián Vergel; Sastrería de Don Manuel Vergel, Sastrería de Don Daniel Vergel, Sastrería Santos… Nada, tómese medidas con tranquilidad… y los demás, continuemos con la moda y los complementos: Vamos a entrar a los Almacenes “El Progreso” que tienen un poco de todo, como en botica: tejidos, paquetería, confecciones, sombrerería, cerámica de ladrillería y tejas. Y… hablando de Boticas: las de Don Abelardo Herrera y Don Pantaleón Hernández, que era además el Inspector Farmacéutico en la época.
Y sigamos por “El Palacio de las Golondrinas”, almacén de tejidos, paquetería y confecciones de toda la vida: ¡Qué nombre tan bonito! ¿No les parece?… Pero sigamos adelante, que no quiero ponerme sentimental. Éstos son los tejidos y paquetería de Don Francisco Núñez Lázaro; éstos otros, los de Don Pedro Serrano; éstos de aquí, los de Don Cromacio Llanos, el de acullá, es el comercio de Don Francisco Díaz Sánchez que, además de tejidos, ofrece a sus clientes ebanistería y carpintería. Don Jesús Robledo, les ofrece tejidos y paquetería; la Viuda de Don José Vidal Bueso también les ofrece lindos tejidos y otra Viuda, la de Don Aurelio Santos, además de regentar un comercio de tejidos, es corresponsal del Banco Español de Crédito.
Y ahora que ya estamos bien vestidos, vamos a por un buen par de zapatos, o más, porque ¡será por zapaterías y fábricas de Calzado?: Don Gabriel González, les ofrece Calzados, Guarnicionería y Almacén de Curtidos; Don Eloy Iglesias Gil fabrica un calzado de excelente calidad; la misma que ofrecen las Fábricas de Don Francisco Testón, la Viuda de Don Olegario Bravo; Don Emilio Petrón; Don Emilio Vergel; Don Pedro Hernández Moreno; Don Maximiano Martínez; Don Raimundo Gazapo; La Viuda de Don Eleuterio Sánchez; Don Pedro Bueso…
En el Torrejoncillo de 1950 había varios Molinos y Fábricas de Pimentón, como los de Don Saturnino Bellot y Don Alejandro Sánchez; Ebanisterías como la de Don Agapito Gutiérrez, la de Don Gabriel González o la de Don Germán Jiménez; Talabarterías como la de los Hijos de Don Bonifacio Sánchez. Don Julio Llanos Corcho, regentaba una Fábrica de baldosines hidráulicos y de materiales de construcción; Don Filadelfo Gil, tenía una Carpintería Mecánica; Don Amado Izquierdo y Don Santiago Gil administraban sendas empresas de alquiler de vehículos; Don Julio Galán, una empresa de muebles. Para Relojerías, la de Don Pedro Solana; Platería y Filigrana Artística, la de Don Arsenio Moreno; una Prensa Hidráulica para la extracción de aceite y orujos grasos, propiedad de Gutiérrez y Jiménez; Don Isidoro Oliva Terrón, un Taller de Herrería….y otros muchos que se me pasarán porque no tengo noticia de ellos.
Me encantó el artículo, y me emociona pensar que en esos lugares trabajaron mis abuelos. Ella se llamaba Gregoria Sanchez Bueso y sé que trabajó en una sastrería y mi abuelo se llamaba Eloy Vecino García, zapatero. Vinieron a Argentina con 2 hijos en 1952, aquí tuvieron una hija más y nunca más volvieron. Yo tuve la oportunidad de conocer Torrejoncillo en 2006, ya que participé del 1º congreso de extremeños en el mundo.