¿Igualdad?

¿Tan distinta será la menta masculina de la femenina? Hay muchos comportamientos característicos de las chicas, y otros están asociados a los hombres. Por ejemplo, el mito de no acudir solas al baño (para que la amiga actúe de perchero) o las conversaciones solo aptas para chicos (quizás por la cantidad de barbaridades que se pueden decir).

Por naturaleza, hay ciertos rasgos propios de las mujeres y entre ellos el de la maternidad, ( que probablemente nos perjudique en el mundo laboral). Durante muchos siglos la mujer ha vivido bajo el hombre, necesitaba su permiso para hacer cualquier cosa y poco a poco, gracias a grandes mujeres luchadoras, se ha ido igualando la situación. Sin embargo, parece que por más que nos empeñemos, no lograremos igualdad total.

En el mundo laboral, muchos empresarios se muestran reticentes a contratar mujeres, dado que si son jóvenes o tienen hijos o pronto los tendrán; y eso les hará faltar al trabajo. Puedo entender la postura de ese empresario, ya que le suponemos más dinero, pero luego la sociedad no puede culparnos de tardar en ser madres o simplemente de que muchas mujeres decidan no serlo. De hecho, el modo en que se sostiene nuestra economía está llegando a un punto difícil. Nuestros mayores son muy longevos y hay cada vez menos jóvenes para cotizar y así pagar pensiones, desempleo y otras ayudas. Además, para empeorarlo aún más, muchos de estos jóvenes se van del país porque aquí no hay futuro laboral.

Sin embargo, el objeto de estas líneas no es otro que criticar el hecho de que incluso el gobierno abra más esta brecha entre mujeres y hombres. Sin ir más lejos, este año muchas compañeras interinas han perdido su derecho a cobrar el verano por haber disfrutado de una baja por maternidad. (Entiendo que a veces se llega a esta situación porque hay gente que abusa, y sin tener embarazo de riesgo se pasa el tiempo de baja argumentando que debe viajar). Pero es muy injusto, al igual que los es el que muchas funcionarias suspendan su año de prácticas por haber disfrutado de su baja maternal.

Así, se nos anima a mostrarnos reticentes y no tener hijos, dado que pueden suponer el fin, al menos por unos años, de nuestra carrera profesional. En países como Francia, la mujer puede estar hasta tres años cuidando de su hijo y percibiendo una ayuda. Se facilita, a posteriori, su incorporación al trabajo. Aquí, por el mero hecho de ser mujer, a veces ni siquiera tenemos opción a ocupar un determinado puesto.

Ahora que yo me encuentro en dicha situación, animo a todas las mujeres seguir luchando por sus sueños y en contra de aquello que es injusto. Si en el pasado se lograron muchos cambios, ¿por qué no seguir esa senda?

Silvia Mateos Bellot