DANIEL IGLESIAS, AGRICULTOR Y GANADERO TORREJONCILLANO, ENTREVISTADO EN EL "DIARIO HOY"
«El campo terminará reventando»
«Quizás el próximo año no pueda regar por falta de agua»
Es su medio de vida pero ahora ve la situación más difícil que nunca. Daniel Iglesias no ha conocido más trabajo que el que desempeña en el campo. Lleva sumergido en él desde que tiene uso de razón, pues ya sus padres trabajaban la tierra. Desde hace años, presta sus servicios en la finca ‘El Rincón de Argeme‘, en la pedanía de Rincón del Obispo, un enclave apartado de Coria en el que caballos y terneros pasan sus días al cuidado de este agricultor y ganadero. No se muestra nada optimista con el futuro de este sector. Asegura que si no se toman medidas, las profesiones como la suya tenderán a desaparecer. «Yo lo veo muy mal», apunta. Pese a todo, este torrejoncillano regala sonrisas mientras prosigue son sus tareas cotidianas.
-¿Cuál es su ocupación diaria?
-Riego las fincas, alrededor de once hectáreas. También me encargo de los caballos y las vacas que hay para la lidia. En total, ahora mismo cuido de unos cinco terneros y 25 caballos.
-¿Siempre ha estado vinculado a la agricultura y la ganadería?
-Desde pequeño, porque mis padres ya lo hacían. Me gusta y es a lo que me quiero dedicar para siempre.
-Usted tendrá muchas vivencias a lo largo de tantos años pero, ¿cómo ve la situación actualmente?
-El campo terminará reventando. Hay muchos problemas porque los precios del ganado se siguen manteniendo igual desde hace años y nos están apretando las tuercas con todo. Además, los abonos cuestan muy caros. La ganadería está tirada por tierra. Pagan muy poco el ganado y los nitratos se suben por las paredes. El precio ahora es mayor de 30 céntimos el kilo. En definitiva, aumentan los costes de producción pero no los beneficios.
-Además, este año parece que hay una situación delicada con el riego, ¿verdad?
-No tenemos agua, este año vamos a regar pero al próximo dudo que podamos hacerlo. Tenemos muchos problemas con esto también. Están haciendo un trasvase y quieren enviar agua a otro pueblo y nos vamos a encontrar sin agua. Es una verdadera pena porque veremos cómo se secan las praderas.
-¿El trabajo en la tierra es tan sacrificado?
-Son muchas horas diarias, de ocho a diez, y no hay días libres, ni siquiera los festivos.
-¿Cómo observa la situación de cara al futuro?
-Muy mala. Las administraciones son las que deberían mejorarla. Los gobiernos, dando más ayudas y más puestos de trabajo en los sectores más necesitados. Como no se arregle pronto, los agricultores vamos a desaparecer muy pronto.
–¿La crisis ha llevado a más personas a dedicarse a la agricultura?
-Sí, lo que ocurre es que ahora también se dan más robos de frutas, verduras e incluso de ganado. En Holguera ha habido varios casos. Allí tiene que haber puesto de vigilancia de noche para que no se lleven los animales.
-¿Hace años no había tantos problemas?
-Al menos se vivía mejor pero desde que entró en vigor el euro todo ha ido a pique para nosotros. Trabajamos mucho para no ganar nada. Y el dinero no da de sí.
-¿Las organizaciones agrarias ayudan al sector?
-Creo que no aportan muchas soluciones.
-Pese a todo, usted quiere seguir en esto…
-Con mi edad, no tengo otro sitio a donde ir y no se ve más trabajo por ningún lado. Es lo que he hecho desde siempre y lo que seguiré haciendo durante todo el tiempo que pueda.