
AGRICULTURA, CAPÍTULO 2
Una vez hechos los haces pasamos a otra operación, la del acarreo. Se trataba de llevar las mieses a la era. Estas eran transportadas en carros tirados normalmente por vacas o bueyes, aunque también había quien no tenía carros y los llevaban en caballos, mulos o burros.
A los burros, caballos y mulos se les adaptaba en el lomo un artilugio de madera que se llamaba árgana y consistía en tres estalonchos por lado donde se pinchaban los haces.
Qué son las eras: unos terrenos donde se realizaba la extracción del grano: trigo, cebada, avena, garbanzos, etc., mediante la tarea de la trilla que ya explicaremos después.
Los acarreadores salían coincidiendo con el lucero que aparecía en el firmamento aproximadamente a las cuatro y media de la mañana y era llamado el lucero de los acarreadores. A esta hora se desplazaban a acarrear las mieses de la tierra que estuviese más lejos para aprovechar la fresca del día, desayunaban y regresaban hacia la más cercana para llegar a casa a comer y a sestear y por la tarde se quedaban en la era.
Los agricultores pernoctaban en la misma era para cuidar de las mieses y de sus animales, por aquel entonces existían los sacadores de bestias (que robaban los animales de las eras e incluso de los corrales de las casas). Casi nunca se descubría a estos ladrones, los animales desaparecían y nunca más se sabía de ellos. Aunque casi todos los propietarios tenían un seguro que les cubría el robo, el estropicio que les hacía era incalculable, pues toda la faena que tenían que hacer los animales se estropeaba. Había que comprar nuevos animales que no los conocían, no estaban enseñados a su mano, en fin muy mal.