
Cómo es posible

Os dejamos con un artículo de opinión de un vecino de nuestra localidad.
Que sigamos votando a quienes se están cargando lo que tanto nos costó conseguir en los últimos cuarenta años.
En Sanidad se han cerrado plantas enteras de los hospitales; los médicos, enfermeros y todo el personal sanitario tienen que atender a más gente y con menos medios. En Educación menos profesores y más alumnos por aula. En la administración pública a muchos funcionarios le bajaron el sueldo y aumentaron sus horas de trabajo. Las oficinas de empleo llenas de parados; especialmente jóvenes y mayores de 45 años que se ven obligados a acudir a los servicios sociales, Cáritas, Cruz Roja, etc. Los juzgados llenos de casos de corrupción de políticos, empresarios y banqueros.
Las grandes empresas ya no contratan gente, subcontratan todos los trabajos a pequeñas empresas con precios tan bajos que muchas veces tienen que acabar cerrando por no poder hacer frente a los pagos de nóminas de los trabajadores y en muchos casos tener que competir con esas otras llamadas empresas que a costa de no pagar los derechos de los trabajadores se quedan con estos trabajos.
A otros les obligan a hacerse autónomos para trabajar en la misma empresa y así ellos no pagan ni Seguridad Social, pagas extras o vacaciones. Estos trabajadores contratados por estas “empresas” se ven obligados a incumplir todas las leyes laborales que existen en este país, llegando en muchos de los casos al insulto y la humillación.
Ahora cuando una persona encuentra un trabajo no se le aplica ni siquiera el convenio de la rama a la que pertenece. Se le dice “a 6 o 7 euros la hora” y ahí están todos sus derechos. El trabajador se ve obligado a aceptar porque es esto o quedarse en casa mirando el sol. Lo peor de todo esto es que las autoridades laborales de este país lo sabe y no se hace nada para evitarlo. A ellos lo único que les importa es ganar las elecciones para poder seguir haciendo lo que ellos quieren.
Hay que hacer un llamamiento a los jóvenes para que se quiten la venda de los ojos y decirles que no permitan que les quiten lo que sus padres consiguieron con tanto esfuerzo y sobretodo no permitan que ningún “empresario”, aprovechando la situación económica que estamos viviendo, los exploten en el puesto de trabajo y los humillen socialmente.
Para finalizar, si alguien cree que esto no es verdad o que es pura demagogia, que le pregunten a los cientos de trabajadores que tienen que salir de sus casas y hacerse cientos de kilómetros para trabajar 11 o 12 horas y tener un sueldo que en muchos de los casos no les ayuda a llegar a fin de mes. Ya no se pagan dietas, transporte o vivienda. Aquellas empresas que pagaban los derechos a los trabajadores han tenido que cerrar por no poder competir con esos “empresarios” que a costa de los trabajadores se quedan con todo el trabajo.
Florencio Hernández Osuna