
Creer en NOSOTROS

Decía un antiguo proverbio que en la vida hay tres cosas que no vuelven atrás: la flecha lanzada, la palabra pronunciada y la oportunidad perdida. Me quedo con esta última, la oportunidad perdida, de la cual no nos vamos a tener que arrepentir, porque simplemente no se dio pie a ello.
Os pongo en situación. El pasado sábado llegaban hasta nuestro pueblo alrededor de 400 mujeres para conmemorar el Día de la Mujer en el XIV Encuentro Mancomunado de Rivera Fresnedosa. Era una oportunidad única para mostrar los encantos que guarda nuestro pueblo y así lo supieron leer la Asociación de Amas de Casa encargadas de la organización de este día. Torrejoncillo lucia sus mejores galas y que mejor manera de mostrarlo que con una visita guiada por los lugares más representativos. En las puertas de la Iglesia de San Andrés se abrían paso los 500 años de historia de este Bien de Interés Cultural. Entre aspectos técnicos y fechas también hubo espacio para contarles el viaje de María “La Novilla” a Madrid a pedirle ayuda económica a Isabel II para acabar las obras de la capilla de la Madre del Amor Hermoso o mostrarles las pinturas de Juan de Ribera que se hallaron en la sacristía. Alrededor de la Iglesia se encontraban nuestros artesanos (manteros, zapateros, orfebres o alfareros), respondiendo a las preguntas de nuestras visitantes.
Desde aquí la visita se dirigía hacia los bajos del Ayuntamiento. Allí se había montado una exposición del traje torrejoncillano organizada por Rosi Bellot, Toñi Salas y Mari Rodas. Varias familias de Torrejoncillo habían cedido estas joyas textiles para la ocasión, siendo una oportunidad histórica para ojear en su conjunto todas estas producciones. Pañuelos del gajo de diferentes épocas, pañuelos de faena, modelos vestidos con trajes de época, o costureras en plena faena impresionaron a propios y extraños. Después de esto tocaba bajar la calle Osuna, directos a la Sede de los Paladines donde miembros de la directiva explicaron los entresijos de nuestra fiesta por excelencia, La Encamisá. Sin tiempo que perder, y mucha cuesta por subir, quedaban aún dos paradas por visitar. La primera de ella sería la Cruz de Lata, lugar que señala nuestros inicios como población allá en tiempos de Reconquista. Con un sol de justicia llegaban hasta la ermita de San Sebastián donde la directiva de este santo junto a las Amas de Casa de Valdencín obsequiaban con un coquillo y un huesillo, lo que permitía recuperar fuerzas para continuar con esta completa jornada. Aún quedaba más patrimonio por mostrar. Sería el caso de nuestro folclore con la actuación del grupo de Coros y Danzas, o de nuestro teatro con la puesta en escena que llevo a cabo Jachas.
Pues bien, después de este repaso por lo que fue el XIV Encuentro Mancomunado de Mujeres, solo puedo decir que no ha habido que lamentarse por “la oportunidad perdida”, sino que esta se aprovechó con creces. Pero quiero ir más allá, todo este trabajo realizado debe hacernos cambiar el chip. Torrejoncillo tiene mucho que mostrar al visitante pero para ello debemos creer en nosotros y valorar lo nuestro. Una vez que consigamos alcanzar este escalón, en ese mismo momento estaremos capacitados para dar un pasito más y volver al lugar del que nunca debimos bajar.
P.D: Los bajos del Ayuntamiento, con sus tres correspondientes estancias, cumplieron con buena nota su cometido como salas de exposiciones. Hasta aquí puedo leer.