Sobre especies y especímenes

 «El amor por todas las criaturas vivientes es el más noble atributo del hombre»

Charles Darwin

Mi querido Sr. Wert:

Me dirijo a usted para hacerle llegar mi queja de  cuán poquito le ha durado el glamour a mi Cuaderno de Hadas y eso que este año no habíamos empezado mal. Tras las brumas de Ávalon , más de lo mismo.

Al final va a resultar lo que dice el Yony, ese canalla rubio al que no le doy la razón para que no se me suba a la parra, pero que aquí, entre nosotros, no anda desencaminado cuando dice que usted, Sr. Wert, muy a mi pesar, se está convirtiendo en una de las personas más importantes de mi vida.

Todo esto viene a que el otro día, el susodicho del Yoni , abre mi Caja de Galletas y encuentra anotadas en papeles de caramelos, frases suyas que lo van  a hacer merecedor  de una estatua más pronto que tarde y que más adelante le diré dónde la van a erigir.

“Soy como un toro bravo, me crezco con el castigo”

“Nuestro interés es españolizar a los alumnos catalanes”

“La Comunidad educativa no puede ser una comunidad democrática, porque el proceso educativo no es democrático”

…y así unas cuantas más que demuestran que el Ministro Wert pasa como una apisonadora por encima de lo más sagrado. Frases con las que aspira usted claramente a ser Director General del Universo; cargo que ocupan aquellos que se creen por encima de todos y que su  pretensión última es que se le recuerde por los siglos de los siglos. Los seres que entran dentro de esta clasificación,  cuando no tienen más remedio que marcharse, porque todo se acaba en este mundo, lo hacen con mucho ruido y diciendo palabras grandilocuentes que nos descoloquen a los que natura nos dotó de coeficientes normalitos y no sepamos si somos tontos del culo o demasiado inteligentes, que ambas opciones han de barajarse.

Ahora resulta que a mi querido señor Ministro no le gustan los animalitos ni las plantas, ¡con lo que nos alegran la vida y la vista! Servidora es de campo y con estos arrebatos a una le sangra la úlcera que da temor, amén de que me confieso más empática de la cuenta y me preocupo por usted porque con estas cosas se está poniendo de un gris que asusta, usted y el panorama.

Mire, querido mío, los bichitos y las plantas también fueron creados por Dios , o al menos eso dicen la Biblia, el Popol-Vuh y cualquier génesis que usted consulte, ¡ay si Noé levantara la cabeza después de la que tuvo que montar para salvar a las especies de una muerte segura! En resumidas cuentas, que si los animales se salvaron de un diluvio de proporciones tan descomunales, sería por algo y  tendremos que convivir con ellos, tratarlos como se merecen y conocerlos cuanto más mejor. Sólo así la vida fluirá con más soltura. Pero usted, como si oye llover, ahora se le ocurre borrar a los bichos y a las plantas del currículum del Bachillerato, qué biodiversidad ni qué pamplinas.

Ahora, le voy a decir una cosa, por mucho que usted les dé carpetazo, van a seguir estando ahí. ¿No se da usted cuenta de que va a tirar por tierra unas especies que al Todopoderoso le costó crear dos largos días? Vaya usted con tiento no vaya a ser que el clero lo excomulgue, que esta gente no se anda con chiquitas, que le dan a usted una pastillita y le curan la tontería en un periquete.

Otra cosa que se me ocurre : ¿Ha pensado usted en los estudiantes de grados como Ciencias Ambientales, Biología, Zoología, Botánica…me puede decir qué futuro les espera?

¡Acabáramos! A ver si va a ser verdad que su relación con la Gomendio está haciendo aguas y le ha entrado un arrepío que decimos en mi pueblo y le ha dado a usted por borrar la biodiversidad. No den sus señorías estos espectáculos cada vez que lo dejan con sus parejas que luego vienen las valoraciones y quedan  por los suelos.

¿Dónde quedó tanta bioquímica que dicen que había entre ustedes? Aquella que la hizo nombrarla Secretaria de Estado de Educación para que le soplara a la oreja la dulce música de la LOMCE y le hiciera sentir que aquella ley estaba bien hecha , porque ella lo valía, qué caray: zoóloga experta en esperma animal y ex-directora del Museo de Ciencias Naturales… Así las cosas, no me extraña que su relación con esta señora haya entrado en crisis. Ni al que asó la manteca se le ocurre borrar a los bichos del currículum compartiendo su vida con una zoóloga, que tiene usted el romanticismo no quiero decirle dónde.

Lo que sí le voy a decir, más que nada para cumplir lo que le había prometido, es dónde van a instalar su busto: en el mismísimo Museo de Ciencias Naturales  que allí, por el momento,  entienden de especies y especímenes.

Sin más que decirle , y ya he osado dirigirle  dos cartas, se despide de usted, Julia, ese ser dulce de edad incierta que necesita, más que nunca, seguir creyendo en las Hadas.

Mª José Vergel Vega.