La calificación de emergencia cinegética llega a municipios como Holguera o Casas de Millán
El Gobierno de Extremadura ha ampliado esta medida a 22 pueblos de la región debido a la alta incidencia de la tuberculosis, la cual los ganaderos consideran insuficiente para erradicar la enfermedad.
La Junta de Extremadura ha ampliado la calificación de área de emergencia cinegética a 22 municipios de la región que se suman de esta manera a los 42 a los que se puso esta etiqueta de alerta sanitaria el año pasado. Se incorporan la comarca de La Vera al completo y Monasterio en el sur de Badajoz, que pasan a formar parte del nuevo catálogo de espacios amenazados por la zoonosis, además de los siguientes
municipios: Toril, Casas de Millán, Higuera, Saucedilla, Casatejada y Mirabel, en el caso del entorno del Parque Nacional de Monfragüe; Brozas, Cedillo y Villa del Rey en la zona del Tajo; Garbayuela en La Siberia y Holguera en la zona del Alagón.
La relación quedó recogida ayer en el Diario Oficial de Extremadura y esa ampliación del área afectada por la enfermedad no es la única novedad, ya que también se han ampliado en algunos casos los cupos de caza permitidos en monterías y recechos en algunas zonas. Ocurre por ejemplo en Monfragüe donde se permite abatir un 50% más de hembras de ciervo y gamo del que se tuviera estipulado, frente al 25% de más que se permitió en la temporada pasada; de hecho, la enfermedad bovina tiene una especial incidencia en esta zona del norte de Cáceres donde los ganaderos llevan años sufriendo importantes pérdidas por su culpa.
El objetivo de estas ampliaciones es contribuir a erradicar el contagio entre especies salvajes y domésticas, entre venados, jabalíes y gamos que traspasan el mal al ganado vacuno y otras especies de la cabaña doméstica por proximidad, muchas veces tan solo con el simple hecho de respirar. La tuberculosis bovina es el mal más habitual pero bajo el término de zoonosis se agrupan también otros problemas como la brucelosis y la leucesis.
Los propietarios de ganado valoran positivamente el hecho de que la Junta haya ampliado tanto áreas afectadas como porcentajes pero creen que no va a ser suficiente para la erradicación definitiva. Lo que piden a la Administración es que se ejerza un control más efectivo sobre la cabaña salvaje, con el fin de conocer cuántas cabezas hay y cuántas están produciendo el contagio con el fin de aplicar medidas.
«Habría que hacerlo, igual que a nosotros se nos está obligando a hacer un vacío sanitario cuando hay tuberculosis. Hay autoridades técnicas, gente con mucha solvencia científica, que ante estos problemas de zoonosis propugnan la eliminación de toda la fauna salvaje», indicó Antonio Gamonal, de la asociación Unión de Ganaderos 2008 con base en Malpartida de Plasencia, en la zona de influencia del Parque Nacional.
La zoonosis se ha llevado y se sigue llevando por delante ganaderías enteras en la región, según cuentan los representantes del sector, que tienen que enfrentarse a varias campañas de saneamiento al año. Hasta tres en algunas ocasiones, con el desembolso económico que supone.
«No hay buenos planes de control sanitario. Nos obligan a realizar entre dos y tres saneamientos al año y sin embargo la fauna salvaje no se ha saneado nunca mucho», apuntó Gamonal.
Las repercusiones económicas del contagio van más allá de la mera pérdida de cabezas y afectan incluso al precio de venta y alquiler de las fincas que están situadas en zonas en las que el mal se considera endémico, como ocurre en Monfragüe, donde se produce una importante devaluación.
«Montar una ganadería cuesta muchos años para que de repente un vacío sanitario se lo lleve todo por delante. Hace tan solo unos días en una reunión del Ministerio de Medio Ambiente sus técnicos reconocían el gran problema que supone la zoonosis».
El propio ministerio califica Extremadura como una zona de alta prevalencia de este problema y sus datos revelan que se avanza lento en eliminarlo. De hecho de los 3.161 casos que se detectaron en 2007 se pasó a 2.401 en 2010, lo que revela una rebaja de 760 cabezas que obligan a no bajar la guardia a las autoridades.
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La noticia en el Diario HOY (Pilar Armero):