El centro urbano de Torrejoncillo

Supongo que la despoblación continua de los centros urbanos en favor del aumento en residencias situadas en la periferia no será un hecho aislado en Torrejoncillo. Pero como a cada uno le duele lo suyo, resulta triste, melancólico, hacer un recorrido por la zona central de nuestro pueblo y ver como poco a poco, año a año, se va diluyendo un trocito de la vida del mismo.

El tiempo es inapelable, no para, no da tregua; silencioso, hace estragos y cada casa que se cierra es un bocado a la convivencia. Yo creo que todos hemos experimentado esa sensación de tristeza que provoca ver la puerta de un vecino cerrada, sabiendo que, al menos por una larga temporada, continuará de la misma manera.

Los centros de las poblaciones, son su motor de vida y ver el nuestro ahora un día cualquiera, qué quieren que les diga, me provoca desolación.

En los años de bonanza, casi todos los que llegamos a la edad de emanciparnos y decidimos quedarnos para desarrollar aquí nuestro proyecto de vida, apostamos por ser propietarios (hipotecados) de una vivienda nueva en los alrededores, descartando en la mayoría de los casos el alquiler o la compra y rehabilitación de locales céntricos y antiguos, provocando con ello la situación que ahora describimos.

La coyuntura actual ha cambiado de forma sustancial, por lo que quizás sea el momento de volver a “repoblar los centros urbanos”, a los valientes que deciden en estos tiempos emprender la aventura de salir de casa de sus padres, las entidades de crédito les ponen enormes trabas para financiar una vivienda nueva, por lo que la única salida que les queda es el alquiler o la compra de una vivienda de segunda mano y esas casas vacías están en el centro.

A partir de aquí las cuestiones que se nos plantean son las siguientes:

¿Hay voluntad por parte de los jóvenes de emanciparse en el pueblo, de quedarse a vivir aquí? Si la hubiere, ¿pueden hacerlo en la situación de incertidumbre en la que nos encontramos? ¿Los dueños de las viviendas vacías están dispuestos a vender o alquilar? ¿A qué precio? ¿Debería el ayuntamiento apostar por políticas de acceso a la vivienda para los jóvenes, creando un banco de viviendas en alquiler o venta? ¿Hay demanda para realizar estas políticas?

Algunas de estas preguntas, sólo el tiempo las responderá, pero desde luego, la solución pasa por volver al centro, a las casas antiguas, porque dinero para adquirirlas nuevas, ni lo hay, si se le espera.

José Pedro Martín Lorenzo.