El neuroftalmólogo torrejoncillano Enrique Santos Bueso analiza la patología ocular en la obra de Leonardo da Vinci
Tras estudiar la enfermedad visual que padeció la Princesa de Éboli, el médico Enrique Santos Bueso analiza ahora las diferentes patologías oculares que aparecen en distintas obras de Leonardo da Vinci con especial atención a su obra maestra, La Mona Lisa.
Enrique Santos Bueso, además de ser toda una eminencia dentro de la Unidad de Neuroftalmología del Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario Clínico San Carlos, es todo un apasionado de la historia del arte. De ahí que comenzara a aplicar sus conocimientos en el campo de la medicina a posibles patologías que observaba en cuadros, frescos y distintas obras, compaginando con ello sus dos principales pasiones.
Hace unos años comenzó a analizar la patología visual que sufría doña Ana de Mendoza de la Cerda, princesa de Éboli, determinando que podría tratarse de un “proceso secundario a un traumatismo inciso-contuso con pérdida de visión”. Un estudio que generó gran expectación tanto en la comunidad científica como en los medios de comunicación, llegando nuestro paisano a ser entrevistado en radio y televisión.
Tras el éxito de su primer trabajo, el médico torrejoncillano ha continuado con sus particulares «investigaciones extralaborales», introduciéndose ahora en la obra del que dicen es la persona más inteligente que ha pisado la faz de la tierra: Leonardo da Vinci. Así, hasta la fecha, ha realizado un conjunto de tres estudios en los que desgrana diferentes enfermedades oculares presentes en la obra del maestro florentino, con especial énfasis en el retrato más famoso de la historia de la pintura universal, la Gioconda o Mona Lisa.
En su primer estudio se centra especialmente en estudiar los diferentes rasgos de la modelo del óleo, diagnosticándole ausencia de cejas, madarosis universal, nevus en canto interno derecho, lesión ulcerada en tercio interno del borde libre palpebral inferior derecho, xantelasma en canto interno izquierdo y pinguécula nasal en ojo izquierdo. El segundo, por su parte, es una revisión de diferentes estudios anatómicos realizados por el artista a finales del siglo XV y comienzos del XVI, mientras que el tercero es un estudio comparativo entre la Gioconda original (Museo Louvre de Paris) y la copia que se encuentra en el Museo del Prado de Madrid, citando como principales diferencias que la copia presenta cejas, madarosis parcial y ausencia de xantelasma en canto interno izquierdo y de pinguécula nasal en ojo izquierdo, hiposfagma en ojo derecho y conjuntivocalasia en ojo izquierdo.
A continuación os dejamos con los enlaces a los diferentes estudios oftalmológicos realizados por Enrique Santos Bueso en torno a la obra de Leonardo da Vinci: