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El hombre que no quiso un millón de dólares

Grigori Perelmán es un matemático ruso que vive con su madre en un barrio dormitorio de San Petersburgo. Si se cruzarán con él por la calle, pensarían que no es más que un vagabundo, pero detrás de una fachada desdeñada, sumida en el abandono, se encierra una de las mentes más privilegiadas del último siglo, uno de los grandes genios de la ciencia de los últimos tiempos.

En el año 2000, el Clay Mathematics Institute propuso los Problemas del Milenio, siete grandes retos matemáticos cuya resolución sería recompensada con un millón de dólares cada uno. Entre ellos se encontraba la Conjetura de Poincaré, propuesta en 1904 y la cual fue demostrada por el personaje que hoy nos ocupa en el año 2002 al publicar varios artículos en el archivo de artículos científicos arXiv.

A partir de ahí y después de las comprobaciones obvias de la comunidad científica, todo fueron parabienes y reconocimientos para Grisha, diminutivo con el que firmaba sus escritos.

Pelermán había revolucionado el mundo de la ciencia y en 2006 se hizo merecedor de la Medalla Fields, máximo galardón que puede recibir un matemático, al no existir Premio Nobel para esta disciplina. Sin embargo, él declinó el premio, así como asistir al Congreso Internacional de Matemáticos donde tendría que recibirlo, que precisamente ese año se celebraba en Madrid.

Cuatro años más tarde, en marzo de 2010, el Clay Mathematics Institute hizo público que Pelermán cumplía con éxito los criterios para recibir uno de los galardones de los Problemas del Milenio al resolver con éxito uno de ellos, dotado con un millón de dólares, premio que también rechazó alegando:

“No quiero estar expuesto como un animal en el zoológico. No soy un héroe de las matemáticas. Ni siquiera soy tan exitoso. Por eso no quiero que todo el mundo me esté mirando.”

Desde entonces poco más se ha sabido de las andanzas del genio ruso, salvo que lleva una vida humilde, retirada de todo lo que tenga que ver con el escenario mediático. Sobre él se cuentan un sin fin de rumores, incluso se pone en duda si es veraz la última entrevista que concedió en 2011 a Aleksandr Zabrovsky al existir, según varios periodistas, varias incoherencias en ella.

Sea como fuere, lo cierto es que desde que Pelermán logró demostrar la Conjetura de Geometrización de Thurston y como caso particular, la famosa Conjetura de Poincaré, su leyenda no ha hecho más que crecer y no solo entre el gremio científico, sino entre los ciudadanos de a pie.

Y es que en estos momentos de la historia en los que nos ha tocado vivir, en los cuales muchos buscan su minuto de gloria, la palmadita en la espalda e identificamos el triunfo personal con el triunfo económico, sorprende que alguien rechace la mayor de las distinciones en su profesión, ganada, todo sea dicho, de una forma objetiva, y a además una cantidad tan significativa como la de un millón de dólares.

Después de lo expuesto, comentaros que Pelermán no es un tipo corriente es una perogrullada de órdago, muchos lo tacharéis incluso de loco, inconsciente y extravagante. Algunos pensaréis que esos premios son consecuencia de sus actos y no precisamente que aquello que consiguió, uno de los avances científicos más importantes este recién estrenado siglo, lo hizo buscando la recompensa social y económica que se ofrecía por ello.

Pero lo que no se puede negar es que sea una persona íntegra y coherente con aquello que buscaba, que a tenor de los hechos, simplemente era saciar su sed científica, en este caso matemática…. y nada más.

Lo que no ha conseguido es dejar de estar “expuesto”, quizás no como “un animal en el zoológico”, pero desde luego, sí como uno de los grandes en los libros de historia.

A los que nos ha quedado el regustillo del millón de dólares, podemos estar tranquilos, aún nos quedan seis Problemas del Milenio por resolver… O si no, seguimos jugando a la primitiva.

José Pedro Martín Lorenzo.

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7 Comments

  1. yo

    Para mi este señor es un bohemio, no necesita de nada ni de nadie para ser feliz.

  2. Pedro

    No creas Chepe que sólo es la bondad de tu relato lo que ha motivado tantas visitas. Es el título del artículo que dada la situación económico- social actual cobra inverosimilitud y crea la necesidad de seguir leyendo. Ante tanto egoísmo  personal  contrasta una actitud tan desinteresada.
    Saludos desde lejos.

  3. chepe

    Hola a todos y gracias, en primer lugar tengo que deciros que tenía dudas si esta columna funcionaría al ser tan concreta y de algún modo, no estar tan relacionada con la actualidad, aunque en la parte final es lo que he buscado. Por lo que me alegra el número de visitas que ha tenido y la aceptación.

    Contestando a Roberto, desde luego que es una pena que este hombre no sigua en su línea de investigación, aunque continuara en sus trece de no dar coferencias, conceder entrevistas, recibir premios, ni dinero. Sería la leche.

    No tenemos noticas de ello, pero lo mismo en su encierro y mutismo está trabajado en algo y cualquier día nos vuelve a sorpernder.  No fuese malo.

    Un saludo a todos.

     

  4. Roberto

    Nadie puede dudar de la integridad de este señor y de que no se aleja un ápice de la marcada línea de sus ideales pero, realmente el excentricismo del que goza..aporta algo al bien común??..estoy de acuerdo con que rebata con sus armas, el desprecio al sistema (porque este esta es la verdadera enfermedad…»el sistema»), pero no me parece coherente dar de lado a la comunidad científica y al mundo, con una capacidad intelectual como la de este tipo..carece de «inteligencia social», quizás la más importantes de las ramas de la inteligencia en este siglo! no sería mejor solución, involucrarse de forma altruísta, y así resolver problemas reales, desde dentro?? no creo que así pierda ningún tipo de dignidad..
    muy buen artículo, por cierto!
     

  5. Pedro

    Muy bueno el artículo, Chepe. Aunque pocos y a otro nivel sigue existiendo gente que dedica mucho tiempo a la colectividad sin ningún ánimo de lucimiento o crecimiento económico. Seguro que cada uno de nosotros conocemos a varios. No todo está perdido por mucho empeño que pongan algunos en j….lo.

  6. Sergio Santos Rosell

    Gran y entretenido artículo, Chepe.

  7. titaeducadora

    Mas que un animal de zoológico,yo diría que se trata de una especie en extinción:personas alejadas del interés por lo material, genios que necesitamos para soportar cierto tedio de la sociedad actual.
    Ebhorabuena por tu artículo, me ha encantado,

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