Hay cosas que ni el tiempo las cambia
Sin lugar a dudas, para los torrejoncillanos todo lo concerniente a La Encamisá es algo que nos remueve las entrañas, nos importa tanto, que cualquier detalle relacionado con ella es susceptible de ser comentado en cualquier foro, oyéndose opiniones para todos los gustos.
Casualmente estos días he estado releyendo “La Zapatera Prodigiosa”, obra de teatro muy conocida por estos lares, en la que Lorca hace un dibujo magnífico de la sociedad rural de la época y me provocaba una sonrisa comprobar lo poco que hemos cambiado y cómo el cotilleo, el critiqueo, el hablar de los demás sin ponerse en su “pellejo” sigue siendo un rasgo distintivo en la raza humana.
Tenemos la suerte de gozar de una seña de identidad que nos une a casi todos, admirada y reconocida en muchos lugares. Una fiesta que la hace un pueblo, con un esfuerzo y una ilusión desmesurada. Desde la persona que tira el primer cohete allá por el mes de septiembre con el inicio de las reuniones de Paladines, hasta la última que abre sus puertas de par en par para acoger a todo aquél que nos visita.
Podríamos enumerar, objetivamente, un sin fin de actos o acciones que nos enorgullecen como colectivo, como pueblo y de los que en pocos sitios pueden hacer gala de ello, pero no, se le da importancia a lo vano, a lo superfluo, a lo secundario.
Desde luego que hay aspectos a mejorar, siempre los habrá, pero existen cauces, como por ejemplo las asambleas de Paladines (asociación con más de 2000 socios), a las que por cierto nadie va, o si lo queréis más fácil, se puede escribir una carta o un correo electrónico con propuestas constructivas, que sin lugar a dudas, seguro que serán leídas y estudiadas.
Pero claro, es más sencillo “pegar la patá, esconder el rabo entre las piernas y sentarse al brasero a esperar a que llegue el año que viene y nos lo den todo hecho”. Por desgracia, como he dicho, esta actitud es algo inherente a la persona que no evoluciona con el tiempo.
Por ello, mi reconocimiento a todos y todas los que hicieron posible el programa de festejos de La Encamisá, porque pese a quien le pese, una vez más, fue maravillosa.
José Pedro Martín Lorenzo
Estoy totalmente de acuerdo en todo.
Me han gustado tus palabras Chepe, casualmente estoy viendo el programa de canal extremadura en el que nos representó un gran numero de personas y elementos que nos definen como torrejoncillanos.
Me viene a la cabeza una anécdota de mis vecinos que estando en francia uno vio a otro y lo llamó en plena estación a voces «VIva María Santisima» entoces el otro señor se dio la vuelta muy contento al notar que un paisano andaba cerca.
Eso es lo que nos ha unido siempre como pueblo y como seña de identidad del Torrejoncillano que antes de otra palabra nos enseñan a decir Viva y siempre se ha dicho que lo que se aprende con babas no sse olvida con canas, ahora como «no se lleva» ser cátolico pues critican lo que consideran una pantomima o circo.
Desde aqui y con mi nombre felicito a Ton, que sacó el estandarte fenomenal y a Andres que lo llevó a todos los rincones del pueblo incluso donde más lo necesitaban y por supuesto a Adolfo que nos permitió despedirnos de él con tranquilidad y sin prisas.
Espero que los que comparten mi sentimiento hacia María hayan disfrutado estas fiestas con devición e ilusión.