Los medios “deportivos” ignoran a los deportistas españoles durante cuatro años y ahora exigirán medallas… ¡Qué ironía!

Con los JJOO ya en liza, la llegada de las primeras medallas se hace esperar para la expedición española, ¿serán 22 como en Barcelona? ¿Llegaremos a 18 de Pekín? Pues lo cierto es que el panorama no es nada halagüeño y nuestro orgullo patrio que tan elevado lo tenemos gracias a La Roja, cada día que pasa, se va encogiendo un poquito más.

España es la 10ª delegación en cuanto a número de atletas con 281 en estos juegos, clasificados todos por méritos propios al conseguir las marcas mínimas exigidas o su pase en distintos torneos preolímpicos.  Para mí, esta es la verdadera salud del deporte de élite español. Las medallas miden otros parámetros como la excelencia, la perfección… en algunos casos, incluso acompañada de pequeñas dosis de suerte.

Me alegro mucho que existan las olimpiadas, porque es el único momento cada cuatro años que se habla de DEPORTE en este país, donde se equipara informativamente a un remero, con un nadador;  a un jugador de vóley, con uno de hockey y flipen ustedes, el oasis temporal donde en los telediarios entra antes las noticia del primer español que ganó un partido de  bádminton olímpico a la subida triunfal de CR7 al autobús que lo traslada a Barajas para iniciar su gira americana (menudo notición deportivo).

Y es que demasiado hacen estos remeros, atletas, judocas… con estar ahí, por competir en la élite mundial, incluso alguno de ellos, por ser primeros espadas en sus especialidades. ¿Qué conocemos los españoles de nuestros deportistas? Nada, absolutamente nada, si nos salimos del todo poderoso FÚTBOL, Nadal, Alonso, Contador y algunos nombres propios del baloncesto…

Nuestros deportistas, no precisamente estos últimos que acabo de nombrar, para estar en la pelea, dedican toda sus ganas, energías y tiempo a preparar eventos como estas olimpiadas, campeonatos europeos y mundiales, en muchos casos, con la única recompensa de haber participado en ellos, pues su dotación económica no llega ni para poder vivir de ello y tienen que complementarlo con un trabajo convencional.

Me diréis que son deportes poco atrayentes y la gente no los sigue, lógicamente si ningún medio de comunicación hace referencia de ellos, los ciudadanos de a pie no nos podemos enterar del papel que hacen nuestros deportistas.

Y es que me hace mucha gracia la osadía que tienen estos medios de llamarse “deportivos” ¿deportivos? De qué, futboleros, sí señores, incluso los llamaría “MadridBarçaleros”, “BarçaMadrileros”. Es vergonzosa la información deportiva que nos ofrecen los medios españoles;  los telediarios, los diarios deportivos… dónde está su código profesional, dónde dejaron eso que estudian en periodismo que consiste en llevarle la información los ciudadanos. Un campeonato del mundo de piragüismo es más importante que una declaración de un futbolistas después de un entrenamiento y por supuesto, entiendo que una final de la Eurocopa de fútbol es más importante que un partido de liga de baloncesto, nadie lo pone en duda, pero todo en su justa medida.

Si los medios dedicaran un ratito de su programación a los eventos internacionales donde participan nuestros deportistas, primero los amantes del deporte en general nos enteraríamos del papel realizado ellos y segundo le darían una cuota de pantalla que agradecerían los patrocinadores, porque ya saben, si los deportistas aparecen en los medios, los patrocinadores se dejan el dinero y no tendrían que andar la mayoría de ellos pidiendo limosna a las respectivas federaciones y ser subvencionados con becas (la mayoría de ellas con sufragadas con fondos públicos).

Y ahora, vendremos exigiendo medallas, ¿qué hacen ustedes por el deporte español? ¿Informar? Perdonen, pero no es cierto, ustedes no informan, en el mejor de los casos diría que malinforman.

Pero no lo voy a dejar aquí, existe un resquicio a todo esto que es internet y las redes sociales, muchas personas que de forma altruista ofrecen información fidedigna y puntual de los distintos deportes minoritarios y que gracias a ellos sí que estamos informados, eso sí es periodismo y no lo que ofrecen los que se dicen llamar profesionales y además cobran por ello.

José Pedro Martín Lorenzo