
Los mayores se convierten en víctimas de los últimos atropellos en la región, uno de ellos en Torrejoncillo
Una menor capacidad de reacción y su falta de educación vial hacen que sean más susceptibles frente a estos accidentes
Tres accidentes en los que los afectados pasaban de la sesentena, lo mismo que buena parte de los peatones que se convirtieron en víctimas el año pasado en Extremadura. Entre ellas, hay que recordar a la mujer de 72 años fallecida en Montijo y al vecino de Mérida, muerto también con 78, tras ser arrollado en la mediana de la avenida Reina Sofía. Un año fatídico, en el que los atropellos mortales se triplicaron en la región.
Hay factores que pueden convertir a los mayores en víctimas especialmente susceptibles de sufrir accidentes. Por un lado estarían su menor capacidad de reacción, de reflejos, ante un peligro, mientras que por otro se apunta la falta de educación vial que sí tienen otras generaciones.
«Antes no se impartía educación vial como ahora entre los estudiantes». Lo dice el superintendente de Policía Local de Plasencia, Enrique Cenalmor, que coordina la campaña ‘Cualquier atropello se puede evitar’, puesta en marcha por la concejalía placentina de Movilidad. Los ancianos y los escolares son los destinatarios de este programa teórico y práctico, con el que se pretende reducir el número de víctimas.
No pasar hasta que no paren
Esa falta de educación sobre el tráfico es la que lleva a muchos mayores a pensar «que pueden meterse en el paso de peatones de golpe, sin constatar si los coches paran o no y guiados por el pensamiento de que ellos tienen la preferencia».
A eso hay que unir unas capacidades visuales, auditivas y de percepción que van mermando con el paso del tiempo, de manera que a partir de cierta edad hay que activar al máximo las alarmas.
La directora provincial de Tráfico de Cáceres, Cristina Redondo, apunta esa menor capacidad de reacción como un factor que puede incidir en el hecho de que muchas víctimas sean de la tercera edad. A pesar de ellos, mantiene que «no se puede ser más o menos prudente en función de los años que uno cumpla. Hay normas básicas que todos tenemos que tener presentes si queremos evitar accidentes».
Entre las que apunta están la de no empezar a cruzar un paso de peatones hasta que no se comprueba que los vehículos paran. «Quien va a pie tiene la preferencia cuando hay un paso de cebra, pero a pesar de ello hay que tener la prudencia como premisa y no lanzarse pensando que nos ven y pararán». Puede que eso nunca ocurra, por multitud de causas que van desde la posibilidad de que el conductor deslumbrado no advierta la presencia de nadie, hasta por un exceso de velocidad o un despiste.
Una segunda norma de prudencia es no pasar por donde no está señalizado, por ejemplo a escasos metros de un paso bien identificado.
En el caso de vías interurbanas, como la travesía de Cabezuela o la salida de Torrejoncillo en las que se han producido dos de los últimos siniestros, hay que evitar el cruce junto a cambios de rasante o curvas y usar distintivos reflectantes que aseguren que uno es visto.
Fuente: Diario Hoy.
Hay veces que es peatón el que comete la infracción , y ya sabemos como es la gente mayor … en Cáceres se puede ver por ejemplo todos los días ancianos con muletas y todo, cruzando en rojo un semáforo como el de múltiples, que es de los más peligrosos de Cáceres por que son varios carriles os que hay que pasar, y los coches se tiene que parar porque la señora o el señor se le ha antojado cruzar en rojo. Solo tenéis que poneros allí10 minutos y lo comprobáis. Demasiado poco pasa…