EMILIO DE JUSTO VUELVE A ABRIR LA PUERTA GRANDE DE LA ERA DE LOS MÁRTIRES
En su primer toro, fue una pena que fallara en la suerte de matar ya que seguramente hubiera tocado pelo. Comenzó con unas verónicas muy ajustadas para rematar con una media muy lenta que nos hizo recordar esas medias belmontinas de los cuadros del Museo Taurino de Sevilla. Con la muleta, estuvo bien con la izquierda, sacando series por ambos pitones, bajando mucho la mano, que es como gusta de torear nuestro paisano. Saludó desde el tercio después de entrar tres veces a matar.
En el segundo de su lote, de 480 Kg. y bien presentado, Emilio estuvo muy por encima del astado, demostrando que es un torero de raza. Bien con el capote, nos deleitó con chicuelitas muy ceñidas. Con la muleta, consiguió tandas muy ligadas y arrancó algunas por un peligrosísimo pitón izquierdo, que hizo la delicia de los presentes. Se volcó a la hora de matar y dejó una estocada en todo lo alto. Dos orejas y el delirio de toda la plaza de ver que en Extremadura tenemos un torero que se merece estar en lo más alto del escalafón taurino.
Del resto de la corrida, pocas cosas que destacar. Vicente Barrera vino a cumplir con el expediente. Y Eugenio de Mora tuvo mala suerte con su lote, lo que le impidió el lucimiento. Recalcar buenos tercios de banderillas de las cuadrillas y la lesión de uno de los subalternos de Vicente Barrera, tras ser embestido por el primero de la tarde, lo que provocó que el toro se rompiera el pitón izquierdo.
Emilio, ya soñamos con la próxima tarde que te veamos torear. Sigue así, y verás como llegan los triunfos. Verte dar esos naturales, lentos, bajando la mano, y llevando al toro toreado muy lejos, siempre con la imagen de La Pura al fondo en tu capote de paseo, es lo mejor que nos puedes dar a tus paisanos. Gracias Maestro.
Pedro Corcho