Restaurante Las Tinajas promociona a TTN

Cruce de caminos

Cruce de caminos

crossroad_s1Y soñar. Despertar un día sonriendo sin saber el motivo de esa felicidad. Y recordar. Sentirte estremecida con tan sólo una mirada penetrante. Mirada eterna. Mirada sentida. Ojos que se clavan sin saber muy bien el motivo. Quizás sí, surgió de forma involuntaria. Una sonrisa cómplice, una carcajada natural que no tiene nada de saber enciclopédico. Seguro que no más de lo debido.

Y buscar. Buscar en muchos detalles el significado de demasiadas cosas sin sentido. Gestos desconcertantes que se clavan sin saber muy bien por qué motivo. Y a partir de ahí, una confesión, varias confesiones. Una perturbación, varias perturbaciones. Un alboroto interior incontrolado ante barreras invisibles. No, mucho más profundamente, llegar a convencerse de que no te puedes enternecer con emoción ante hallazgos desconocidos y debes, eso sí, siempre, solamente vibrar con generosidad ante lo ya distinguido.

Y perder. Perder la conciencia del tiempo. Querer pararlo y seguir soñando. Silencios inquietantes en los que se dice mucho, mucho más, es posible, de lo deseado. Contar historias. Fundar teorías. A su manera, inventando y creando lo permisible y lo comprendido. Y por qué no, poner protagonistas a historias de batallas navales que en otra vida se hubieran vivido. Y señalar, ahora así, vencedores y vencidos.

Vaivén. Ante tales perspectivas, quedan dos soluciones. O bien renegar de sí mismos, abandonar sus bellos sueños, esos cargados de semirrebeldía; o quedarte en eso que llamamos ser realistas, donde sólo cabe eso de tener sentido común, actuar con prudencia o ser cometidos.

Pero, al fin y al cabo, amigo, ningún precio es demasiado alto por el privilegio de volver a ser tú. Volver a soñar. Volver a perder. Volver a balancearte. Volver a buscar y a encontrarte contigo mismo. Tarea inmensa pero, sin lugar a dudas, admirable. Gracias.

Gloria Gil Talavero

GestoPyme promociona a TTN

About The Author