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Un año después volvió a salir el «Sol»


La pasada semana se conmemoró el primer aniversario de lo que se dio a conocer como el 15M, y las interpretaciones sobre el futuro del movimiento han sido muy heterogéneas. Desde que el movimiento se desinfla, que ya no llega a más gente, hasta los que piensan que es un oasis en el desierto del que beben muchas personas. Lo que aquí quiero analizar es la naturaleza de un movimiento que tiene la característica de canalizar hacía sí mismo a toda aquella persona crispada, encendida por la situación que atraviesa nuestro país. Creo que esto viene dado por el espacio en el que se ha situado el propio movimiento, ese lugar al que ningún partido político o sindicato es capaz de llegar.

EL 15M puede tener parte de utópico, puede ser esclavo de ese régimen asambleario que lo diferencia con sus ventajas e inconvenientes, pero puestos a ser claros allá van otras paradojas del sistema y estas no son utopías: que el Banco Central Europeo dé dinero a los bancos españoles al 1% de interés y que estos en lugar de utilizarlo para reinvertirlo en la economía real y productiva, lo utilice para comprar deuda del Estado español a un interés del 4 o 5%; que a esos mismos bancos que especulan con el dinero se les inyecte por parte del Estado dinero público que quitamos de la Sanidad y de la Educación; que se permita que una vez inyectado ese dinero sigan desahuciando a personas por no poder pagar sus préstamos.

Por cosas como las que acabo de mencionar creo un relanzamiento del 15M o como lo quieran llamar, es en definitiva un grupo de personas que ven que solo con los recortes, con los viernes negros no salimos de la situación en la que nos encontramos. Todo ello a pesar de la campaña de descrédito por parte de muchos medios y de políticos que si tanto se esfuerzan en desinflar a estos es por que verdaderamente representan algo. La culpa de lo que por estos lares sucede no la tienen esos que ellos llaman “perroflautas”, esos que ocupan sus plazas pacíficamente, y en cambio ¿qué opinan ustedes de políticos corruptos que se han llenado los bolsillos con eso que conocimos como la burbuja inmobiliaria? ¿O de esos que se fundían las subvenciones en vicios? ¿Conocéis las pensiones de banqueros que arruinan su banco y lo dejan a la deriva?

Mi conclusión es que el 15M sigue vivo y seguirá estándolo mientras que el giro no se produzca. Unas veces brillará más, otras lo hará menos pero el espíritu popular con que nació lo hace bastante canalizador de la indignación del pueblo, cada vez más alejado de los que llevan el rumbo de este “mundo de locos”.

Cristian Moreno Canalo

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