Saben aquel que diu…

Todo aquel que tenga una edad incierta, como la mía, recordará a aquel magnífico humorista, al que parecía recorrer una amargura infinita, sentado en el taburete , cigarro y copa en ristre, y que no se descomponía ni un ápice mientras contaba chistes que a él parecían no hacerle ni pizca de gracia, pero que los demás nos reíamos como posesos.

Nuestros políticos se han lanzado a los ruedos y a los mentideros con la consigna del saben aquel que diu, y la verdad es que como no cambien la estrategia nos va ir de culo, porque gracia no tienen en absoluto.

Por estos lares hace tiempo que se nos cogen las risas a puñaos ; pero aquellos que no hacen ni amago de representarnos  no parecen darse por aludidos y ahora se nos meten a aprendices de chisteros. Al parecer no va con ellos la fiesta que supone para , quien más quien menos, levantarse cada día y ponerse el vestido apretao de la desesperación y, con  el café sorbío,  irse a la cola del paro a ver si es verdad lo que dice Rajoy; plasmático e hiperlunático presidente que jura y perjura que el año 15 ,de nuestra era, es el año de la  recuperación  y que se van a crear casi un millón de puestos de trabajo, ¡Madre del Amor Hermoso! que se me ponen ojos de emoticono acongojao.  Que le vengo avisando lo de la nariz de Pinocho y  a los dioses pongo por testigo que como venga a mi casa a darme la noticia, le doy con la puerta en las narices.

Que la cosa no está para risas ni para lanzar brindis al sol, que van ustedes de fregao en fregao y que yo no hago más que echar cuentas y cuentas y la conclusión a la que llego siempre es que si todos los corruptos que pisan con salero nuestro suelo patrio, devolvieran todo lo que han trincado, España sería el país más rico del mundo y no habría necesidad de que los débiles echemos cada día la misma bilis por sacar un poquito a flote la cabeza.

A mí, desde luego, se me cogen las risas a puñaos y hasta hacer versos me cuesta la misma vida, que me están ustedes quitando la ilusión de llenar de palabras que algo signifiquen mi Cuaderno de Hadas.

Por poner un ejemplo, ¿se puede una reir cuando a los enfermos de hepatitis no se les receta el medicamento que precisan? ¿No hay dinero para esto y lo ha habido para fiestecitas privadas, para cuentas en el extranjero, para viajes de placer, para rescatar bancos, para cajas bes que ahora todos niegan su existencia? Y etcétera, etcétera…Añadan lo que crean oportuno, esto es un cuaderno interactivo.

Esto , mi querido señor presidente, es bochornoso y de náusea. Esto no es un lacrimoso filme de Garci con beso en la boca, esto es una auténtica película de terror; por eso, déjense de contarnos chistecitos y de jugar a las peliculitas, de videos cutres para promocionar gestiones políticas que, lo único que han gestionado es la ruina de muchos y que muchos se encuentren ahora viviendo de prestado porque les han hecho la triste gracia de quitarles su casa y su dignidad.

¡Ay, si es que estoy como la Martirio: mala, pero mala de acostarme, de  vivir sin vivir  en mí y yo, y muchos como yo, necesitamos que nos den una tregua! ¿No será, mi querido señor presidente, que el año 15 será el año de la recuperación de los corruptos, pobrecitos míos que viven en un sin vivir? Lo digo por el cuitado  de Bárcenas, que ya está fuera del hotel de cinco estrellas que ha tenido por talego, a tenor, mire usted, del palmito que pasea ufano sacando pecho como gallo rey del gallinero.

Y no me ponga usted cara de jolin shi esh que todo me lo dice a mí. Quedan el resto de políticos avisados, me da igual que tiren para la derecha o para la izquierda, o que no sepan o no contesten porque esto de las etiquetas no va con ellos.

Resumiendo, el aviso va para todos, para los de la casta y los que aspiran a serlo: quiero una campaña llena de programas con sentido que miren por el bien de los españolitos a los que hace tiempo tratan de robarnos la ilusión , la dignidad y la vida misma. Quiero un país en el que se gobierne para todos los españoles y no para los que hoy trincan más que ayer pero menos que mañana. Para ponérselo facilito: quiero un país decente y del que me sienta orgullosa, no creo que sea mucho pedir.

Y mientras me van haciendo caso, probablemente me dejen de ver un tiempo, porque estoy pensando en liarme la manta a la cabeza e irme con el Yoni en su barquito pirata rumbo a Nunca Jamás; porque yo, hasta que esto no cambie, me planto y me niego a crecer en un país en el que nos toca las narices tanto listo sin escrúpulos.

Mª José Vergel Vega