
La descripción de la Encamisá completa la declaración como BIC de nuestra Iglesia

Esto conlleva la modificación del Decreto 8/2014, de 4 de febrero, por el que se declaraba la iglesia parroquial de San Andrés Apóstol como Bien de Interés Cultural.
El pasado mes de febrero, TTN se hacía eco de la declaración como BIC de nuestra Iglesia parroquial. Al parecer, dicho expediente había quedado incompleto y el pasado viernes se le sumó la descrición de la Encamisá. Según esta actualización, nuestra Encamisá está tan arraigada al centro religioso, que parece imposible distanciar el uno de lo otro, por lo que según la Ley 2/1999, de 29 de marzo, el Patrimonio Histórico y Cultural de Extremadura lo constituyen «todos los bienes tanto materiales como intangibles que, por poseer un interés artístico, histórico, arquitectónico, arqueológico, paleontológico, etnológico, científico, técnico, documental y bibliográfico, sean merecedores de una protección y una defensa especiales».
Todo esto aparece reflejado en el DOE del pasado viernes 25 de julio, en el cuál podemos leer los motivos que han llevado a la Consejería de Educación y Cultura ha realizar este añadido:
«No es posible entender la importancia de esta iglesia sin atender al ritual mariano que constituye La Encamisá, fiesta sobre la que año tras año se construye y se celebra una identidad compartida y contrastiva.
La Encamisá nos sitúa frente a la importancia de una religiosidad tradicional mariana que trasciende lo puramente religioso para convertir ese icono en el símbolo y bandera de la localidad. El día 7 de diciembre es el día grande de Torrejoncillo, el de la fiesta por excelencia, el día de la celebración de La Encamisá. En esa jornada, en la plaza se reúne el pueblo esperando que, en torno a las 10 de la noche, salga de la Iglesia el estandarte celeste de la Virgen de la Inmaculada, momento fundamental en el que, al unísono, se funden los vivas a la Virgen con el tronar de los disparos de cientos de escopeteros en honor a la Patrona. Aquí, el colorido de los disparos, el olor a pólvora, los más de 300 jinetes, traducen unas sensaciones interpretadas por los torrejoncillanos como una auténtica experiencia vital que, transmitida de generación en generación, refuerza los lazos familiares e, insistimos, refuerza la conciencia de una identidad local muy interiorizada en torno a este momento. Un personaje especialmente importante en la celebración es el Mayordomo o persona encargada de servir y atender a la Virgen en el altar durante todo el año, y que en este día tiene el honor de portar el Estandarte de la Virgen. El Mayordomo lo es por sorteo entre los miembros de la asociación o por promesa a la Virgen.

Por ello, debemos alegrarnos por la distinción recibida, tanto para la Iglesia Parroquial San Andrés Apóstol, como para nuestra Encamisá.