Julián Rodríguez, Adolfo Suárez y Torrejoncillo, un tándem histórico.

No podemos decir nada más de Don Adolfo Suárez, después de todo lo que se ha dicho estos días en los medios de comunicación nacionales; por eso hemos pensado enfocarlo más a nuestra localidad, y hablar con Don Julián Rodríguez Maldonado, concejal del CDS hace ya algún tiempo, que consiguió ser el segundo grupo político durante algunos años. Concretamente en 1977, UCD conseguía 735 votos, 823 votos en 1979, 823 votos en 1982 y ya en 1986 CDS conseguía 109 votos, 122 en 1989 y 39 votos en 1993.

Según Don Julián “Los que nacimos en el año 1936, hasta 1975, no entendíamos de política.

Nuestra infancia y juventud, transcurrió bajo la influencia del Estado vencedor de una Guerra Civil, que imponía su gobierno a una sociedad sin libertades. Se hacía necesario un cambio, después de 40 años de un sistema político monocolor.

Me hizo apostar por Adolfo Suárez, al ser nombrado por su majestad el Rey (después de Arias Navarro), Presidente en funciones, de un Gobierno Provisional hasta 1977, fecha de las Primeras Elecciones Generales Democráticas, desde la Segunda República, y en verdad, que fue un tiempo apasionante, me sedujo el cambio y la persona elegida.

De aquel tiempo recuerdo, ya en mi madurez, que con ilusión íbamos a ser protagonistas de una sociedad nueva, en libertad, después de tantos años de silencio impuestos por la dictadura. Recuerdo de aquella Campaña Electoral, ya en Democracia, (porque antes no lo conocí), que, el ambiente social era esperanzador. Por primera vez, España y su Pueblo iban a ser protagonistas de sus destinos de futuro, en Paz y Libertad. Todavía resuenan en mis oídos las canciones: “Habla pueblo, habla” o aquella que decía: “Libertad, libertad, sin ira libertad…” ¡qué recuerdos tan ilusionantes!

Adolfo Suárez, para mí y mi esposa (Q.E.D), fue un hombre de pueblo: afable, llano, agradable, simpático, abierto en todas las corrientes, con los mayores respetos. Tuve la ocasión de conocerlo personalmente, junto a mi esposa, en dos ocasiones. Sobre si fue o no, el mejor Presidente de la Democracia, la historia lo escribirá con el tiempo. Lo que si tengo claro y es cierto, es que fue providencial para España, en un tiempo de incertidumbre…

Pienso que a Torrejoncillo le vino el cambio, como el resto de los pueblos de España, con un ambiente de esperanzas, como así ocurrió en las Elecciones Municipales”.

Candidatos pringones “maravillosos y variados en sus concepciones, pero muy amantes de su pueblo, de sus tradiciones, y con un alto sentido de responsabilidad social.

Suárez fue un precursor de ilusiones idealistas, y como ser providencial, sufrió y gozó de su tiempo, de todas las emociones; pero una cosa es cierta, él se gastó en amar a España de manera fiel y desinteresada. Su título de nobleza le fue otorgado por su Majestad el Rey, en reconocimiento a los altos servicios prestados a España, a su democracia y libertad. Su entrega y pasión por España, lo pagó en los últimos años con su deterioro físico, hasta su reciente fallecimiento (D.E.P)”

Para nuestro entrevistado los mítines eran “apasionantes, yo participé en varios, me gustaba y recibí bastante reconocimiento. Yo, entonces, tenía un buen don de palabra.

En los pueblos todos nos conocemos, y en los plenos, cada grupo aportaba sus ponencias convencidos de sus razones; otra cosa eran los debates, pero al final de los mismos, en la calle, todos éramos compañeros y amigos, salvándose las distancias ideológicas de cada uno, que eran muy respetadas…

Debo añadir que, a mi parecer, las Elecciones Municipales deben convocarse con listas abiertas de candidatos, en las ciudades con menor índice de población.

Que todos los votos tengan el mismo valor en la proporcionalidad, se emitan donde sea. La ley “ON”, me parece injusta y desproporcionada.

Nuestra Carta Magna, ya debiera modificarse en algunos de sus apartados. Fundamentalmente, en lo relacionado con las autonomías.

Y, que si algunos Padres de la Patria, desean otra Constitución, que la elaboren, y que la sometan a Referéndum, como la de 1978; después, ya veremos. Las Constituciones Democráticas, son para respetarlas en sus tiempos de vigencias, hasta que, lebiscitariamente, el Pueblo Español, por mayoría absoluta, las derogue o cambie.

Miguel A. Lorenzo y Maria José Vergel.