Desvalijan el Bar de San Pedro y varias casas de campo de Torrejoncillo

Los asaltos se produjeron la madrugada del pasado viernes y se sucedieron también en poblaciones cercanas como Portezuelo o Acehúche.

Bar situado en el Recinto de San Pedro – ISMAEL DUARTE

Cuando Fran Nuñez y Sandra Moreno, adjudicatarios del Bar del Recinto de San Pedro, se presentaron el sábado por la mañana en su local no podían creer la catastrofe que se presentaba ante sus ojos. Un saqueo mayúsculo sin precedentes que de la noche a la mañana tiraba por tierra toda la ilusión emprendedora con la que estos dos jóvenes se arriesgaron y apostaron por hacerse con el alquiler del negocio a comienzos de año.

No quedó practicamente nada. Los cacos arrebataron del establecimiento todo lo que encontraron a su paso; y de lo que decidieron no apropiarse se encargaron de dejarlo bien destrozado. Desaparecieron los aparatos eléctricos, el futbolín y las bebidas alcohólicas, forzando la máquina tragaperras extrayendo todo el dinero que esta contenía. Hasta vaciaron un congelador repleto de carne fresca que se llevaron consigo.

El robo, que se produjo la pasada madrugada del viernes 22 al sábado 23 de marzo, tuvo sus réplicas en un buen número de casas de campo, fincas y chalets de los alrededores de Torrejoncillo cercanos al Ejido de San Pedro. Así, estos ladrones tomaron buena cuenta también de propiedades situadas en la zona de «La Carlomana» y a lo largo de nuestra «Rivera de Fresnedosa». Pero la historia no termina aquí ya que esa misma noche se sucedieron otros hurtos en los municipios vecinos de Portezuelo y Acehúche.

Al Bar de San Pedro se personaron durante la mañana del sábado las fuerzas del orden a fin de esclarecer los hechos y conseguir dar con los despojos de la sociedad responsables de esta ratería. La triste noticia pilló por sorpresa a los miembros de la directiva de la Asociación «Amigos de la Romería de San Pedro», encontrándose alguno de ellos en el momento de recibir la noticia en las ondas de Radio Alfares, a través de las cuales informaron en directo de lo que acababa de suceder.

Es una pena que todo el trabajo y el esfuerzo que los adjudicatarios han puesto durante los últimos meses en tirar para adelante del local se desvanezca en cuestión de horas por causas tan denunciables como esta. Al igual que los que piensan que todo lo que guardan en su casita de campo está a salvo hasta que se despiertan una mañana y se dan cuenta de que ahora es propiedad de vulgares «chorizos».