Ecce Homo
Me sucede , cada vez más a menudo, que me da vértigo pensar en el futuro. Y todo, porque el presente se nos está llenando de «pequeños dictadores», que anhelan callarnos la boca y convertirse en Directores Generales del Universo, con busto inpertérrito incluído, erigido en medio de la plaza del pueblo. Así las cosas, no debe extrañar a nadie que una una escriba cosas como éstas.
Es un secreto a voces que no nos damos largos ratos a la alegría. Sabemos de sobra, porque de tontos no tenemos ni un pelo, que no corren buenos tiempos para el entusiasmo.
Los labios huyen de los vocablos amables, porque en realidad las palabras que albergan son aquellas que sin medias tintas lo mandarían todo , o casi todo para ser más exactos , allá donde la espalda dicen que pierde la decencia.
Hace días que ni se me ocurre convocar las palabras de amor, esas ñoñeces a las que acudimos para aparentar que vivimos en los dulces mundos de Yuppi.
Hace tiempo que olvidé la sonrisa dentro de algún bolso de fiesta, complemento que pasó a mejor vida por culpa de una tal prima de riesgo y la turba de potentados sin escrúpulos que la engendró.
Harta estoy de tanto carroñero siempre al acecho, que ríen como hienas estúpidas sobre la meseta reseca de nuestro sufrimiento.
Y así las cosas, no sé si convocar a un aquelarre extraordinario a las brujas, esas que sobrevuelan los tejados, dispuestas a barrer a cuanto aspirante a Director General del Universo encuentren en su vuelo; antes de que a los susodichos, les dé por bailar sobre la tumba de todo cuanto hasta ahora nos ha hecho dignos de llamarnos humanos.
O quizá le ponga un whatsapp piadoso a un tal Jesucristo García, Ecce homo pistolero, para que no demore en hacerse carne y venga a llevarse por delante a cuantos mercaderes que, sin ningún miramiento, nos llevan irremediablemente camino del calvario.
Y mientras seguimos haciéndonos la eterna pregunta, de por qué el hombre, bendita criatura, inventó las guerras, las injusticias, el ordeno y mando de pequeños dictadores que persiguen el busto en la Plaza del pueblo, convocaremos a las canciones a los que aún les sobran agallas para llamar a las cosas por su nombre…y seguiremos jugándonos la vida en causas que algunos creen perdidas.
¿Y qué? Mientras suenen los violines que dulcemente nos introducen en el vientre oscuro del caos; mientras nos quede un buen poema que llevarnos a la boca aunque nos tachen de trasnochados, coleccionaremos como quien diseca mariposas, llagas en el costado.
Y seguiremos caminando cuarenta días con sus noches por este desierto en el que perdimos un bolso de fiesta repleto de sonrisas.
Esperemos que, de vez en cuando, el sol disponga un haz de rayitos sobre nuestros corazones, porque llega Septiembre y necesitamos, ahora más que nunca, rock y besos.
Mª José Vergel Vega
Muy agradable el artículo y satisfactorio el comentario. ¡Enhorabuena a las autoras!
Sólo tú puedes decir las cosas así de esa manera tan elegante y cadenciosa.. que forma tan bella de contar la realidad.. mi ángel..porque así eres tú… un bendito angel para los que te conocemos.. en realidad, en toda esta locura en que el mundo en que vivimos se está conviritiendo, tu eres un remanso de paz para los que tenemos la dicha de tenerte al lado.. SHINOBU, esa hermosa palabra que he aprendido en este país al que tanto le debo pero que todavía es más de locos si cabe aún.. y en la que en noches como ésta yo anhelo estar entre las estrellas que asoman por mi patio de mi casa de la calle Margallo, acurrucada en el alma de esas estrellas que se que me guardan.. curiosamente…hoy en este cielo consigo ver dos estrellas.. Curiosamente sólo dos, que consiguen burlar la contaminación de éste gigante llamado Tokyo que a veces me abruma.. han aparecido hace unos días.. justo desde que mi alma no encuentra Shinobu.. mi cocoro los llama a voces y sangra a borbotones de su cornada.. y ahí están, nunca me fallan, al igual que tú tampoco lo hacen.. Los pequeños dictadores.. no llegarán a ningún lado mientras exista gente valiente cómo tú, para luchar contra ellos.. porque aparte de ser valiente, hay que tener esa categoría, para poder ganarles la partida.. mi madre me dice muchas veces, que me pierde la boca, y lleva toda la razón del mundo.. porque ansiaría tener esa clase que tienes tu hasta en estos dichosos momentos para decir las cosas con esa serenidad.. pero ya ves amiga.. tu ángel. osea yo, a veces se convierte en demonio, y lo dice todo según le sale de las entrañas, porque yo soy como el flamenco… que sale de las entrañas y de la espina dorsal.. pues así pues, dejo a tí esa hermosa forma de decir las cosas, y yo utlizo pues la mía, y digo desde aqui, que a esos chuflas, así los llamo yo, no acabaran con la libertad de expresión de un pueblo al que considero mío, aunque yo no creo en las fronteras ni las posesiones..nada es de nadie, todo es prestado, y que se preparen porque lucharé con uñas y dientes para defender lo que tantos años ha costado conseguir.. la mejor guantada es la que se da sin mano.. dicho queda y quién avisa no es traidor.. amiga muchas veces te digo.. en el país de los ciegos, el tuerto es el rey… en nuestro pueblo sobran demasiados tuertos.. que se creen el ombligo del mundo.. que pena, eso es porque no han salido de allí, efectivamente, cuándo una ve mundo y vive en una ciudad como ésta (30 millones de habitantes) se da cuenta que el mundo es gigante, y que no somos ni valemos nada.. los protagonismos no valen para nada.. sólo quizá somos importantes para esas dos estrellas que consiguen asomar en la otra parte del mundo. Así que riámonos, de chuflas, chuflitas, chufloides y palmeros.. tú ya me entiendes comadre.. y cómo dice un amigo mío que es mu castizo, cómo a mi me gusta.. circulando! ja,ja.. a mi me hace recobrar una sonrisa pensar que pronto estaré en ese mi patio de casi doscientos años, sentada contigo tomando un hermoso café, y que mis estrellas y las tuyas, nos iluminarán porque estarán felices.. en tu lucha está mi alma.. mi alma junto con la tuya.. AISTERÚ.. MI PEPI..