
Las tumbas de Torrejoncillo se fechan ahora entre los siglos IV y VII tras aparecer unas piezas de teja romana
Localizan unas piezas de teja romana en una finca particular dentro del núcleo urbano. Se confirma que los restos son más antiguos de lo que se creía en principio.
Fuente: Nieves Agut (El Períodico de Extremadura)
Los restos humanos y de tumbas antiguas descubiertos de forma casual por varios albañiles hace unos días mientras realizaban una obra en el patio de una vivienda particular en Torrejoncillo datan del siglo IV, una fecha más antigua de la que se barajaba en un principio. Esta conclusión la reveló ayer Gregorio Francisco González, arqueólogo adscrito a la Dirección General de Patrimonio, quien explicó que ahora se ha podido aportar una fecha más exacta tras la aparición de unas piezas de teja romana. «Eso ya nos está diciendo que estamos entre los siglos IV y VII», afirmó el propio arqueólogo encargado de dirigir los trabajos de excavación para la retirada de los restos. La semana que viene serán trasladados al Museo Provincial de Cáceres para futuras investigaciones y dicho yacimiento se incluirá en la Carta Arqueológica de Extremadura.
Sobre la importancia de los restos encontrados, Gregorio Francisco, que además trabaja en la oficina del Area de Rehabilitación Integrada (ARI) de Coria, manifestó que, «tienen mucha relevancia sobretodo para la historia a nivel local, ya que hasta ahora sí se conocían yacimientos importantes más o menos de la misma época en el término municipal, pero dentro del núcleo urbano son los primeros restos tan antiguos«, señaló.
.
ESQUELETOS
Respecto a los trabajos que realiza, y para los que cuenta con la colaboración del arqueólogo Juan Pedro Moreno, han permitido localizar cuatro tumbas y ya ha sido retirado un esqueleto al completo. «Los trabajos van a muy buen ritmo», subrayó. La aparición de estos restos la pasada semana sorprendieron no solo a las autoridades locales, sino también a los propios dueños de la finca afectada que explicaron que todo ha sido casual. De hecho, una de sus propietarias explicó que fueron los propios albañiles los que le informaron de la aparición de los restos en el momento que estaban removiendo la tierra con motivo de las obras que estaban ejecutando dentro de su finca. La dueña reconoció que la aparición de estos restos «ha sido una sorpresa». De momento, ya ha tenido que paralizar las obras de la finca. Así también, la aparición de estos restos ha originado mucha expectación entre los vecinos de este pequeño pueblo del Valle del Alagón.