La crisis de la tele (Capítulo 1)
En tiempos de crisis parece ser que siempre hay alguno que sale beneficiado haciendo valer el refrán de, “a río revuelto ganancia de pescadores” pero no parece que para la televisión, que es a la que me refiero, eso vaya a ser así. La lógica podría decirnos que a menos dinero más se ve la llamada caja tonta ya que salimos menos de casa y es una manera bastante barata de rellenar nuestro tiempo de ocio. Esto es cierto y los datos lo revelan, pero cierto es también que lo audiovisual no pasa por sus mejores momentos.
Tenía mis dudas de cómo enfocar este artículo de opinión, si sobre la calidad de los contenidos, la calidad técnica de lo que vemos o si sobre el trabajo de los que la realizan… y pensándolo bien, voy a dejar el tema de los contenidos aparte, que me dan para otro artículo, y voy a hablar de lo que nos dijeron que iba a ser la esperada TDT para los usuarios y los trabajadores, y lo que realmente ha sido al final.
Creo recordar, cuando se hacía la publicidad de nuestra TDT, que el mensaje era más o menos el siguiente: Más canales, mejor imagen, sonido multicanal, más diversidad… y tú en tu casa te relamías diciendo: ¡qué pasada ya verás cuando venga la TDT!…y vino y… ¿qué pasó?, pues que había trampa.
Canales muchos, pero que merecieran la pena creo que se cuentan con las dedos de las manos (dije que no hablaría de contenidos pero esto tenía que decirlo). Veo tv, La tienda en casa, Telecinco Sports, Telecinco estrellas, Net Tv, 40 latino…y suma y sigue. ¿Impresionante verdad?, vamos que si lo de la TDT consistía en rellenar la parrilla televisiva con canales que no valían para nada, lo podían haber dicho y así al menos estábamos prevenidos.
En segundo lugar la calidad de imagen. Puedo pasar porque se ve un poco mejor (más limpio, sin las antiguas interferencias), pero solo un poco mejor. Os invito a ver sin ir más lejos La tienda en casa, verás qué profundidad de colores y qué definición (es irónico). Y os preguntaréis por qué se ve así de mal, ¿verdad?, pues porque el espectro radioeléctrico no da más de sí y para meter los canales que tiene cada uno en su espacio, algunos tienen un ancho de banda asignado que da pena (esto quiere decir que hay que darle poca calidad a algunos canales para poder emitirlos todos).
Seguro que alguno estáis pensando…, ¿Y el HD Darío?…pues el HD o para mí también llamado “PseudoHD”, es la última milonga que nos han contado. Resulta que le ponen un HD al lado del nombre de la cadena (salvo la de TVE que se puede salvar) y nos dicen que eso es Alta Definición. Eso de alta definición tiene lo que yo de cantante de ópera, o sea, nada. Si hablamos en términos técnicos para un canal SD (de definición estándar que son los normales), la tasa de transferencia es de unos 4-5 Mbit/s mientras que los HD que nos venden tienen alrededor de 6 Mbit/s, salvo Tve que está alrededor de los 8. Para que os hagáis una idea la transferencia de Canal Plus HD por satélite aproximada está entre 12 y 14 Mbit/s. En términos cristianos podemos decir que la calidad de los HD de la TDT no tiene ni punto de comparación con la del satélite de Canal Plus HD. Hablando claro, no es calidad HD, es como antes he dicho PseudoHD.
Me salto lo del sonido (que ninguna emite en multicanal, únicamente estéreo), y paso directamente a lo último que indiqué: la diversidad. La diversidad de contenidos es muy discutible desde luego y la variedad empresarial menos de la que parece a priori. Estamos prácticamente como hace unos años que teníamos La 1 y La 2; ahora resulta que tenemos, Grupo Antena Tres y Mediaset, una diversidad y variedad increíble (de nuevo irónico), que me vale para unirlo a esa cantidad de trabajo que crearían y que no ha sido así, ya que son refritos unas de otras, dígase Neox y Nova de Antena 3, con la poca mano de obra que eso conlleva y la nula producción activa. Y por otro lado esa cantidad de cadenas que están realquiladas y que evidentemente no dan ni el más mínimo trabajo al sector como pueden ser, Disney Channel, Paramont Channel, Discovery Max entre otras.
En fin, que parece ser que no son tiempos buenos para la tele y sin tener en cuenta los contenidos que son otra historia. Intentaremos mejorarlo para el segundo capítulo…, o no.
Darío Núñez