
LAS COSINAS DE JOSÉ MARÍA IXL
Y como siempre me avergüenzo, claro está que con el apoyo de los que ya no siguen el día al día del pueblo, que nos aburrimos con lo bonito que fue y que alegría tuvimos, en fin, recordaros que el pueblo es de todos y pasan muchas cosinas ¿o ya no lo recordáis? Que no, que no Miguel Ángel, que no me han sobornado para callarme, te lo prometo, te aseguro que este monumento a la callada es por el poco griterío que siento en mis tímpanos al no tener apoyo, que la siesta es muy larga .
Sigue siendo vergonzoso que en una calle en obras, se ponga la señal de peligro obras, y te encuentras que al entrar, no es peligro, que la “joia” de la calle está cortada por obras, ¡ala! A dar la vuelta.
Que las drogas estén consumiendo algunas familias en el pueblo haciendo bastante daño a amigos míos muy queridos, que los menores sigan consumiendo alcohol en las fiestas que se realizan a bombo y platillo con motos de por medio.
Ojo, eso sí, esta semana se multó a un menor porque le faltaba un espejo retrovisor en la moto, tengo la multa en la mano.
También os pongo una foto del ganador del certamen de relatos breves de Torrejoncillo, que como no, he sido yo. Os mando el relato para que lo leáis.
EL REPELENTE
Los tres soldados cayeron con sus paracaídas en las chimbambas, dos cabos y un sargento, la desidia del miedo abultaba sus sienes, misión realizar fotos, mal asunto.
Esconderemos las cámaras, en un tronco viejo y hueco, el cabo se rompió una pierna trescientos metros mas allá, sus miedos se atenuaron, el enemigo en una pequeña base tenia pañuelos lilas al cuello .era lo peor de lo peor.
Días antes en el entrenamiento de la misión, el teniente les advertía de este enemigo temible, despiadado que ejercía sobre su enemigo las torturas mas inimaginables, en su pequeño botiquín los cabos y el sargento portaban una capsula, con veneno instantáneo, -si los veis, no lo dudéis, ingerir vuestro alivio, el veneno instantáneo, antes de ser despellejados vivos.
El apretón de valor, se ciñó sobre los cabos, el ahogo dio paso ala negra hazaña de la muerte, la capsula fue rápida y se fundió con el estomago y la sangre de las venas, el sargento, perdio la escapada, lo sujetaron y colgaron boca abajo, para despellejar su cáscara, – si me matáis no conoceréis el secreto mejor guardado de mi ejercito.
La curiosidad invadió al enemigo, el sargento les guió a trabes de la selva y de un tronco saco un bulto, especie de caja, – y ahora si disparáis al pecho directo al corazón veréis como las balas son repelidas por esta caja.
Seis enemigos con pañuelos lilas al cuello dispararan cientos de miles de balas al sargento ,murió rápido sin sufrir, sin torturas ,engaño al enemigo ,se colgó la cámara fotográfica en su funda ,que escondió al caer en un tronco viejo ,el enemigo engañado, el sargento muerto sin sufrimiento un cuerpo inerte en la selva ,un hombre ,otra maldita guerra.
Y lo que no sabemos. Pero en fin a quien le importa. Es más importante saberse abrochar el cinturón de seguridad, como tiene tanto mecanismo.
Os preparo unos vídeos de la concentración motera y la foto anterior de unos amigos en las comuniones anuales, agota bolsillos.
Y algún enlace más a YOUTUBE.
http://es.youtube.com/watch?v=U1_fQsuHIfA
http://es.youtube.com/watch?v=CzfycxFqLKU
http://es.youtube.com/watch?v=8LrDrEanOb0
http://es.youtube.com/watch?v=5RhyZEOhkS0
Espero que os gusten.
José María Pérez Beltrán