DEL DICHO AL HECHO HAY UN LARGO TRECHO
Hace tan solo unos años me pregunté: “¿Para qué sirve la Constitución Nacional?”. Entonces en el colegio encontré una respuesta: “Para regir el orden en nuestro país”.
Si dicha Ley sirve para el objetivo ya mencionado: ¿por qué no cumplimos con ella? Si tanto deseamos el bienestar común y propio ¿cuál será el motivo que nos lleva a realizar lo contrario?
Veamos un claro ejemplo actual: La lucha de los guardias de las cárceles en la provincia de Córdoba. Se presume que a ellos se les aplicara un tipo de castigo por ¿haber hecho valer un derecho? (Derecho de Huelga, Articulo 14 Bis, de la Constitución Nacional Argentina).
Otra consecuencia de la sociedad es decir que los niños y los adolescentes son el futuro del mañana, lo cual es correcto; pero si tanto nos importara pueden explicar: ¿por qué hay muchos niños que mueren por desnutrición infantil? ¿O por qué los niños a temprana edad comienzan a drogarse? Por nombrar algunos de los problemas que aquejan a nuestra sociedad.
Al punto que quiero llegar no es que no haya nada absolutamente nada para ayudarlo; porque sí lo hay (algunas instituciones: Luchemos por la vida, Red vida entre otras fundaciones y organizaciones) pero ¿será que siempre tendremos que tener a nuestro “padrino mágico”, Marcelo Tinelli para que nos ayude con nuestros problemas mientras que hay gente que podría hacerlo a través del gobierno?
Entonces: ¿en qué país vivimos? ¿Para qué nuestros ancestros se rompieron “el mate” creando la Ley Nacional para que tengamos un futuro mejor? Si al paso que vamos la Ley dice una cosa y nosotros hacemos otra. Entonces se cumple realmente la frase popular “Del dicho al hecho, hay un largo trecho».
Florencia Arrascaeta
