
Mi nombre es Julia
Para Tomás, a quien le gustan estas cosas menudas de Julia. Gracias por tanto. Perdón, hace tiempo que debiera haber empezado por el principio, pero es que ¡soy tan desordenada! Pero, bueno, ¡más vale tarde que nunca!: Mi nombre es Julia, tengo el pelo negro y rizado y siempre lo llevo recogido en dos coletas perfectamente simétricas, que de eso se encarga personalmente la abuela. A mí me gustaría ser rubia y llevar la melena al viento, pero la abuela dice que como mis dos colas, negras renegras, no hay otras, y que en ninguna lucen tan elegantes esos dos dos enormes lazos de niña educada y decente, de princesitaguapareguapaayayay que dice la abuela llenándome de besos sonoros. Por supuesto, los domingos llevo un vestidito blanco por las rodillas, que es lo moralmente correcto, con un gran lazo ciñéndome la cintura que es un engorro y zapatitos negros de charol que maldita la gracia me hacen; pero como es la abuela la que me viste y yo sé que me quiere mucho, pues hago un esfuerzo y asunto arreglado, que tampoco es para tanto. Sólo por esos besos y esa sonrisa ancha de la abuela cuando termina de arreglarme y me mira satisfecha repitiendo de carrerilla y como fuera de sí aquello de miprincesitaguapareguapaayayay, sólo por eso, merece la pena el sacrificio. Lo que no tengo muy claro...
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