
«Hay zapatos de los chinos que cuestan un euro. No sé cómo pueden»
A continuación os dejamos este artículo que hemos rescatado de la edición digital del Diario Hoy, escrito por J. R. Alonso de la Torre sobre Alejandro y su empresa. Alejandro Roso Bravo Lugar de nacimiento: Cáceres. Edad: 31 años. Residencia: Torrejoncillo. Estado civil: Soltero, tiene novia. Estudios: EGB Pertenece a la quinta generación de una familia de zapateros que se dedica al calzado, que se sepa, desde 1880. Su abuelo hacía votos camperos y su padre y él hacen cosido billi: la piel está montada para afuera y se cose para afuera mientras que casi todos los zapatos van cosidos o pegados hacia dentro. Alejandro se dedicaba en la escuela a pintar dibujos que luego cortaba al venir al taller. Al acabar EGB empezó a trabajar con su padre, que había dejado la construcción para seguir la tradición artesana zapatera. -Si naces en Cáceres, parece que estás predestinado a ser funcionario, es tu destino. ¿Si naces en Torrejoncillo estás predestinado a ser artesano? -Antiguamente, una casa sí y otra no eran artesanos. Había muchos zapateros, orives, alfareros, hojalateros, quienes hacían pañuelos del gajo, que son esos pañuelos con los que bailamos, que se ponen en la encamisá y están cosidos con lentejuelas. Siempre le he escuchado a mi abuelo que Torrejoncillo era más grande que Coria y más importante que todos los pueblos de alrededor. Luego fue decayendo, los...
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