Pedro José Hernández "vence al Sol" junto a Pedro Juan Vergel y José Díaz

Invirtieron 13 horas y 32 minutos para recorrer cerca de 70 km, más de 8.000 m. de desnivel acumulado coronando algunas de las cimas extremeñas más importantes como El Pinajarro (2102 msnm), El Torreón (2405 msnm) y La Covacha (2399 msnm).

El pasado 11 de agosto el atleta montañero Pedro José Hernández, natural de Torrejoncillo, acompañado de su paisano, Pedro Juan Vergel y el verato, José Díaz Hornero lograron “vencer al sol” en una jornada maratoniana en la cual pretendían salir desde la bella localidad serrana de Hervás, en pleno corazón del Valle del Ambroz, con el primer rayo de sol y llegar a la localidad de Losar de la Vera antes de que el último rayo iluminase sus tejados, concretamente disponían de 13 horas y 57 minutos.

La Crónica de «El Reto al Sol»

La salida se dio con puntualidad britanica, a las 7:31 h. partían desde Hervas (688 msnm), Pedro José, Pedro Juan y José, acompañados de Víctor M. Rodriguez (Villanueva de la Serena) y Teo Clemente (Plasencia) que les acompañarían hasta la subida a El Torreón.

Enseguida se enfrentaban a la primera de las dificultades orográficas del día, la subida a El Pinajarro (9,5 km para superar 1.700 m de desnivel), posiblemente la estribación más dura de la jornada, pero por entonces contaban con las fuerzas intactas, las ganas de enfrentarse al reto y la sombra que les ofrecía El Pinajarro (2102 msnm).

Después de abastecerse en fuentes y manantiales de agua pura y cristalina durante la ascensión, disfrutar de un paraje idílico y superar rampas de más del 35% llegaron a la cumbre según los planes previstos.

La siguiente meta parcial era el alto de El Torreón (2405 msnm) y techo de Extremadura según algunos. Desde una a otra cima, 300 m. de desnivel positivo y paraje de alta montaña sin una gran dificultad añadida. Allí les esperaba Javier González Jiménez, gran conocedor de la zona, que les haría el relevo a Teo Clemente y Víctor Rodríguez. Estos dos últimos se despedían de la expedición habiendo disfrutado una mañana completa de aventuras por una de las zonas más bellas de la serranía extremeña.

A partir de El Torreón les esperaba el descenso más técnico y peligroso de la jornada, uno de los parajes vírgenes más impresionantes de la montaña cacereña con cortes de 100 m altitud en caída libre y apenas 2 m. de superficie de apoyo, muchas veces, ni siquiera horizontales. Una zona donde el vértigo y el disfrute no son compatibles.

Una vez lograron completar esta parte del recorrido, con la adrenalina por las nubes al pasar esta zona escarpada se adentraron en un bosque de robles con muchísima vegetación. Gracias a la experiencia y el conocimiento de la zona de José y Javier, consiguieron atajar y recortar tiempo, ya que si hubieran seguido los caminos y senderos habituales, el recorrido hubiera sido ostensiblemente más largo y dilatado en el tiempo, lo que contribuiría negativamente a las pretensiones que nuestros montañeros.

Paso a paso, zancada a zancada llegaban a otro de los puntos de paso de referencia, el Puerto de Tornavacas (1275 msnm en su parte más alta) aunque los cuatro supervivientes en el Reto descendieron algo más para enlazar con la ruta habitual y más conocida en el mundillo de la montaña de ascensión a la cima de La Covacha (2399 msnm).

Tres horas de dura subida les esperaban a los retistas, todo ello sumado a las más de seis de marcha que acumulaban sus piernas y a lo que se le añadía el fuerte calor que imperaba en la zona de Tornavacas. A pesar de la dureza, una de las demandas de la expedición era ascender unos cuantos metros de manera que bajaran las temperaturas, pues ese sí era un adversario difícil al que se querían enfrentar el menor tiempo posible.

Rondando las 18:00 h. lograron hacer cima en La Covacha (2399 msnm) y frente a ellos un inmenso valle escarpado por multitud de arroyos y gargantas que convergen y una meta bien definida: Losar de la Vera.

El reloj les daba una tregua de tres horas y media para conseguir aquello que anhelaban con obstáculo final y nada fácil, un descenso larguísimo por una ruta inhóspita, no indicada y espesa de vegetación.

Las más de nueve horas de marcha, el cansancio… chocaban frontalmente con la ilusión y las ganas de obtener el premio de cumplir el objetivo marcado.

Al fondo del valle, cada vez más cerca, Losar de la Vera, el culmen de la aventura y encima de ellos, acechando el horizonte el Sol retado y prácticamente vencido.

Finalmente, invirtiendo un total de 13 horas y 32 minutos, llegaron a la meta deseada. Pedro José Hernández (ideólogo y impulsor del proyecto) acompañado de su buen amigo Pedro Juan Vergel y José Díaz lo consiguieron. Por supuesto, también nuestra mención a aquellos que los acompañaron en parte del recorrido: Víctor M. Rodríguez, Teo Clemente y Javier González.

Y ahora… ¿Cuál será el próximo reto?