
Nueva actuación del Círculo del Silencio

El Círculo del Silencio de Torrejoncillo se manifestó el pasado domingo por los derechos de las personas con problemas de salud mental.
Cuando hablamos de salud mental, estamos hablando de un concepto en positivo, además de universal. Todos los seres humanos la tenemos y necesitamos mantenerla. Aun así, en muchas ocasiones, y muchas personas, al hablar de salud mental, piensan en enfermedad mental, sobre la que recae el peso del estigma social, los prejuicios y la discriminación que tienen que soportar las personas que padecen un trastorno de este tipo, y sus familias. Este estigma social imposibilita la integración, la inclusión social y la participación de estas personas en el día a día.
La Organización Mundial de la Salud afirma que una de cada cuatro personas sufrirá un problema de salud mental a lo largo de su vida. Aproximadamente el 20% de los niños y adolescentes del mundo tienen trastornos o problemas mentales, estos además, aumentan el riesgo de contraer otras enfermedades, como enfermedades cardiovasculares o diabetes. En 2017, en España, el 19% de la población general presentaba diagnóstico de enfermedad mental. Esto se traduce en más de 7
millones y medio de personas. El problema nos afecta a todos.
La estigmatización y la discriminación de las que son víctimas estos enfermos favorece que en muchas ocasiones no recurran a los servicios de salud mental. Para las personas que viven con cualquier tipo de trastorno, el prejuicio y la discriminación pueden ser un obstáculo mayor para una vida plena y satisfactoria.
Este Círculo del Silencio está centrado en los derechos de las personas con problemas de salud mental. Hay que garantizar el acceso a los servicios básicos. Hay que garantizar la continuidad de los tratamientos, y no solamente los farmacológicos. Hay que garantizar el acceso a la vivienda de estas personas, ya que la falta de vivienda les afecta cuatro veces más. Hay que garantizar el acceso al trabajo, ya que 8 de cada 10 personas con este tipo de problemas no tienen empleo.
La iglesia es “consciente de que su misión, esencialmente religiosa, incluye la defensa y la promoción de los derechos fundamentales del hombre”, como se recoge en la Doctrina Social.
Todos podemos hacer algo. Todos tenemos cerca a alguien con algún problema de salud mental. Es necesario el compromiso de cada uno. La lucha contra el estigma depende de ti, depende de mí, cambiemos nuestros prejuicios.
TU COMPROMISO MEJORA EL MUNDO. Este Círculo hoy se hace más grande porque se celebra en este momento por la misma causa también en Salamanca y en Béjar, Portugal, y en 15 Cáritas Parroquiales de nuestra Diócesis.
En Torrejoncillo nos reunimos el pasado domingo para sumarnos a dicho círculo, manifestándonos por la lucha de las personas con enfermedad mental.
Juan Carlos Méndez Ramos