«La Torrejoncillana», Pieza del Mes en el Museo de Cáceres
Hace ya 7 años que Domingo González Moreno cerró para siempre la evocadora fábrica de bebidas carbonatadas de Torrejoncillo, poniendo de esta forma el punto y final a varias décadas de elaboración de refrescos y licores con un sabor auténtico e incomparable. Tal vez no volveremos a tomarnos jamás un DUX o un Dimon´s, pero sí podemos recrearnos en la esencia de lo que un día fue todo esto.
Hablamos de la mítica botella de gaseosa «La Torrejoncillana», hecha completamente de vidrio y con algunas partes de metal y de cerámica. Su singularidad y su alto valor como pieza etnográfica le han otorgado un puesto privilegiado en el Museo de Cáceres, localizado en la Plaza de las Veletas. Y es que durante el mes de agosto, esta pieza es, nada más y nada menos que la llamada «Pieza del Mes del Museo de Cáceres»; lo cual le llevará, entre otras cosas, a ser contemplada por cientos de personas.
La historia de la fábrica se remonta a los primeros compases del siglo XX, época en la que Domingo González Sánchez, la fundó como tal y donde destacó por la elaboración de una estupenda gaseosa natural totalmente artesana. A partir de la década de 1960 ya se empiezan a fabricar los primeros refrescos de limón, naranja y cola así como el «Refresco DUX». Años más tardes se completaría el catálogo de ofertas con el conocido y apreciado «Licor Dimon´s».
Para muchos torrejoncillanos esta pieza tiene un gran valor, ya no sólo material, sino también y fundamentalmente sentimental, pues de alguna forma es el fiel reflejo de un tiempo pasado donde esta bebida artesanal era la esencia de alegres momentos entre amigos y familiares y a su vez el complemento perfecto para cualquier comida.
