Una Encamisá con menos escopetas y más seguridad (con galería fotográfica)
Sin darnos apenas cuenta, ha pasado una Encamisá más por la vida de los torrejoncillanos, de la que podemos destacar que se ha desarrollado con total normalidad, sin incidentes de especial relevancia y donde se ha hablado mucho de la baja ostensible del número de escopetas que han participado en la fiesta, significativamente el día de La Pura, que se podían contar con los dedos de una mano y un plan de seguridad sin precedentes del que se darán todos los detalles en un posterior artículo, aquí en TTN.
Todos los actos que rodean la fiesta grande de Torrejoncillo son muy queridos y deseados por sus paisanos: el Pregón, la Ofrenda y de unos años a esta parte «Andar la Encamisá» el mismo día 7 de diciembre cuando el reloj de la plaza marca las 0:00 h. Todos estos eventos son importantes, pero quedan relegados a un segundo plano comparados con la Noche Mágica, con esa salida del Estandarte por las calles de la localidad, vitoreado y agasajado por todo un pueblo mientras miles de visitantes observan atónitos el espectáculo en torno María.
Este año le correspondía por promesa la mayordomía de la Inmaculada y por ende, el honor de llevar en sus manos la Enseña de La Pura a Conrado Grande Guillén, hombre físicamente menudo, pero esa noche a la altura de los más grandes valedores de dicha honra. Tanto el mayordomo, como toda su familia se volcaron para que todos los actos de los que se habían hechos responsables transcurrieran de forma satisfactoria, como otras tantas familias que adquirieron este compromiso años antes.
En todo momento Conrado desprendía ilusión, deseo de poder llevar hasta el último rincón de las calles por las que procesionaba el estandarte y que los hogares, esa noche abiertos de par en par, lo recibieran con los brazos abiertos.
Cierto es que este año había menos escopetas, en la calle se ha hablado mucho de ello y de las causas que han podido provocar este descenso. El registro nominal de las armas antes del 15 de noviembre, aún lejos de La Encamisá o el coste de los cartuchos en estos tiempos difíciles, seguramente han retraído a más de uno a sacar la escopeta esa noche, sea lo que fuere, será un tema que tendrán que observar y analizar Paladines y Ayuntamiento en un futuro porque sin lugar a dudas es un elemento esencial de la fiesta.
En cambio, el número de animales sigue oscilando entre los 150 a 200 bestias cada año, quizá éste más cercano a la primera cifra, pero gozando de muy buena salud dada la afición por el mundo equino en la localidad.
Respecto a la afluencia de público, muy numerosa, como siempre, con las calles del recorrido atestadas de paisanos y visitantes que acompañan a pie la procesión parando en los hogares conocidos a realizar la visita cordial de rigor acompañada del dulce típico y el vino de la tierra.
La Encamisá 2013 estuvo dividida en dos tramos, un primero muy lento, desde la Plaza hasta casa del mayordomo junto al «comercio de Claudio» que duró casi una hora y media (con fuegos artificiales incluidos) y el resto del recorrido, que se hizo en hora y cuarto a penas, una marcha inusual al que no estábamos acostumbrados en los últimos años, entrando el estandarte de nuevo en la Plaza a las 12:45 h.
La fiesta evoluciona y otro de los cambios que se van produciendo en ella es la entrada del estandarte, hace unos años, no muchos, casi todo el mundo esperaba en el atrio de la iglesia y no eran muchos los que lo hacían dentro. Desde fuera la mayoría de la gente acompañaba al estandarte en su entrada al templo, pero lleva unos años que muchas personas prefieren esperarlo dentro, estándose muy holgado en la puerta de la parroquia instantes antes de su entrada. Quizá uno de los momentos más álgidos y fervorosos de la fiesta, junto con la salida, se viva ahora dentro del templo, justo en esta entrada.
Los directivos encargados de sacar y entrar el estandarte este año fueron Paqui Cabello y Juan Carlos Méndez respectivamente, que se rodearon de familiares, amigos y compañeros de directivos para tal fin.
Todos los actos estuvieron cubiertos por un protocolo de seguridad sin precedentes en estas fiestas con presencia de numerosos efectivos de la Guardia Civil, Policía Local, Vehículo del 112, cámaras de seguridad, Protección Civil, Cruz Roja y Bomberos. Publicaremos un artículo en las próximas fechas con más detalle sobre esta cobertura de seguridad.
Día de La Pura
El día 8 de diciembre, día de la Pura, es un día más íntimo para los torrejoncillanos, donde son los propios paisanos los que disfrutan de su Patrona sin tanto visitante como la noche anterior. El día acompañó en lo climatológico y después de Misa Mayor tuvo lugar la primera de las procesiones de la imagen por un recorrido más reducido que el de la tarde.
Después el mayordomo invitó al pueblo al típico convite en la Avenida de Cáceres (calle del polideportivo, junto a la Amazara) con gran afluencia de publico. Día por excelencia de «onces» en Torrejoncillo que muchos empalman con novenario y procesión de la tarde.
Si bien algunos de los santos que salen en procesión se las ven y se las desean para encontrar voluntarios que los paseen por las calles, la Inmaludada no tiene ese problema y son muchos, jóvenes incluidos, los que se prestan a portarla. Para ello los varales han sido forrados con almohadilla por completo, por lo que se aumenta el número de personas que pueden compartir el peso de la imagen y las nuevas andas, que supera con creces el de las antiguas.
Nuevamente la entrada fue apoteósica y los torrejoncillanos se rindieron ante su imagen más venerada un año más, viéndose estampas de enorme emoción.
Como epílogo,la Salve y… hasta otro año si Dios quiere.
Os dejamos la galería fotográfica de Ismael Duarte y Rodrigo Bernal.
A este paso con la represión que se está poniendo, nos acaban fastidiando la encamisá, vamos pa tras como los cangrejos, y pronto no se podrá ni hacer comentarios, acabaran multandonos también por opinar. Viva la dictadura!!.