Luis González Ávila: «La pesca en Torrejoncillo goza de un estado de salud envidiable»
Luis González Ávila es uno de otros tantos pescadores torrejoncillanos que semana tras semana abarrotan el pantano de Santa María. Habitual también al de Pedroso de Acim, lo que lo diferencia del resto de sus congéneres es el haberse aventurado hace varias semanas a dar a luz un blog temático sobre su gran afición. A los adjetivos de fanfarrón y bromista que acompañan a todo buen pescador (también a los cazadores), en el caso de Luis hay que añadirle el de atrevido. Bajo el título de «Equipo Embrau» (http://equipoembrau.blogspot.com.es), nombre que recibe la peña pesquera de la que forma parte y que la semana pasada celebró su segunda convivencia anual, este pringón nos ofrece día tras día la actualidad de este singular deporte, tanto lo que acaece en nuestros embalses y ríos más próximos como las noticias más curiosas a nivel nacional y mundial. Si Pedro Jose Hernández se define a sí mismo como «un loco del deporte» es de recibo dar a conocer a partir del día de hoy a Luis González como «el loco de la pesca».
.
Torrejoncillo Todo Noticias: ¿Qué te llevó a crear el blog «Equipo Embrau» y cuál es su objetivo?
Luis González Ávila: No tiene mucha historia. Como en los tiempos que corren escasea el trabajo, un día aburrido en casa visitando un blog de pesca le dí al apartado que te ofrece «Blogger» de «Crear tu blog», sin andar pensándomelo mucho, con el fin de publicar en él nuestras jornadas de pesca y fotos de las mismas. A la gente le gustó y comenzaron a animarme a publicar más artículos relacionados con este deporte. Hace mes y medio que lo cree y ya ronda las 8.500 visitas.
T.T.N.: ¿Qué es y quiénes sois el «Equipo Embrau»? ¿Cómo se creó y a qué debe su nombre?
L.G.A: El nombre del equipo se debe a que a todos los integrantes de este singular grupo nos gusta la cerveza y en los concursos solemos llevar bastantes de una marca denominada así, «Embrau», para amenizar la jornada. Seremos unos veinte o así, hay mujeres y niños también. Nos juntamos con la idea de pasar el día de pesca o de comida en el pantano. El equipo surgió el año pasado; un día hablando lo estuvimos pensando y decidimos crearlo solo por la «tontería» de tener unas camisetas para los concursos de pesca de «Los Encinares». Una vez hechas las camisetas decidimos realizar nuestra primera primera convivencia en junio de 2012. Se llevó a cabo en la zona de «Los Motores» y la verdad es que nos lo pasamos muy bien. Este año hemos repetido con la segunda jornada de convivencia, la cual celebramos el pasado sábado y volvió a ser todo un éxito. En este equipo nos juntamos una gran corrobla, da igual que seamos pescadores o que no, no es indispensable ser pescador para formar parte de él, y disfrutamos como niños.
T.T.N.: ¿Qué tal se desarrolló entonces la segunda convivencia del Equipo Embrau?
L.G.A: Pues fue un día muy esperado para todos los «embrau». Nos reunimos este año en la zona de «Las Tres Encinas» a las 11 de la mañana unas 20 personas. Amaneció un buen día, en lo meteorológico algo de viento pero por lo demás genial. Una jornada poco compatible con la pesca pero aun así echamos las cañas a fondo para probar un poco aunque, como se preveía, con malos resultados. Al principio alguno se acercaba a mirar las cañas pero a medida que iba avanzando el día y las «Embrau» empezaban a hacer efecto nos olvidamos del tema de inmediato (risas). En cuanto al día de campo, que era lo verdaderamente importante de la jornada, de 10. Lo pasamos de maravilla, bebimos gran cantidad de nuestros particulares «refrescos» y la comida todo un éxito ya que pudimos degustar una espectacular paella, además de los clásicos embutidos. Los niños (y los no tan niños) también se lo pasaron en grande con la rotura de pucheros y la demostración de piezas de artesanía de barro que tuvimos, demostrando sus buenas manos para la artesanía. Para los carteros hubo partida de cartas… en fin, un día completito. Ya estamos deseando repetir, el año que viene… o cuando nos apetezca.
T.T.N: ¿Desde cuándo eres aficionado a la pesca?
L.G.A: Para mi la pesca siempre ha sido una afición y sobre todo de pequeño la practicaba mucho. Luego emigré al País Vasco, estuve 10 años y la verdad que allí no la practiqué nunca. No sé por qué pero no me llamaba el mar. No sé si sería porque me daba miedo o no conozco a los peces de agua salada. Me pasaba horas mirando a los pescadores pero nunca llegué a echar la caña. Hace tres años volví al pueblo y entonces retomé de nuevo mi afición.
T.T.N.: ¿Cómo definirías a un pescador? Y tú como pescador, ¿cómo te defines? ¿Qué estilo de pesca es tu preferido?
L.G.A: La principal virtud de un pescador es la paciencia. Además son muy importantes también la observación, el respeto a la naturaleza y mucha práctica y dedicación. Yo me defino como un pescador paciente y observador, con muchas ganas de aprender. Me fijo siempre en los maestros. En realidad soy aprendiz de pescador y no muy bueno, esa quizá sería mi verdadera definición. En cuanto a mi estilo favorito, la manera a la que más me gusta pescar es para mi la más complicada, que es la pesca a la inglesa.
T.T.N.: ¿Qué es lo mejor y lo peor que tiene ser aficionado a la pesca?
L.G.A: Lo mejor que tiene la pesca es el contacto con la naturaleza, la desconexión de todo y la paz que te proporciona el estar en la orilla del agua. Lo peor, sin duda, es la decepción cuando no pican, además del frío que se pasa en invierno o el calor en verano.
T.T.N.: ¿Cuál es el estado de salud de la pesca en Torrejoncillo?
L.G.A: La pesca en Torrejoncillo goza de un estado de salud envidiable. Tenemos dos pantanos superiores y mucha suerte de no tener que hacer kilómetros para ir a pescar. Somos unos privilegiados en ese aspecto. Además de nuestros dos pantanos también tenemos cerca el río Alagón o el pantano de Alcántara. No sólo el pueblo sino Extremadura en general es un paraíso de la pesca de agua dulce, al igual que ocurre en muchas regiones de España.
T.T.N: ¿Cómo ves la labor que realiza la asociación «Los Encinares»?
L.G.A: La actual directiva de «Los Encinares» está realizando una gran labor. Prueba de ello es la gran cantidad de pescadores que abarrotan los concursos. Además se arriesgan a innovar con iniciativas atrevidas, como fue el año pasado la celebración del concurso nocturno.
T.T.N: ¿Cómo es la pesca lejos del embalse de Torrejoncillo-Portaje? ¿Qué sitios recomiendas, cuáles son tus preferidos?
L.G.A: Como te comentaba antes, Extremadura es todo un paraíso de la pesca de agua dulce y así lo corrobora el gran numero de aficionados que vienen a pescar a nuestra tierra desde diferentes puntos de España y Portugal. En nuestras aguas se celebran concursos y campeonatos internacionales. El sitio que recomiendo por encima de todos es el pantano de Alcántara en época otoñal e invernal, ya que en verano la situación se vuelve desesperante por culpa de los «peces gato». También me gustan los Canchos de Ramiro, el río Almonte o la Rivera de Fresnedosa. Mi lugar preferido es nuestro pantano de Santa María, sobre todo en las zonas más profundas de «Los Motores» hacia «La Tallisca». Asimismo en el Pedroso, en cualquier orilla, mientras que hay una zona llamada «Las Vías» en el pantano de Alcántara en la que también disfruto mucho pescando.
T.T.N.: Seguro que en vuestras jornadas de pesca os han ocurrido multitud de anécdotas, ¿alguna que nos quieras o que se pueda contar?
L.G.A: En cuanto a anécdotas tenemos un montón, pero especialmente te contaré una que nos ocurrió en la convivencia del «Equipo Embrau» del año pasado. Estando en la orilla después de comer los peces no picaban, por lo que para matar el rato decidimos gastarle una broma a un miembro del equipo que se fue «al servicio» detrás de las encinas. Le sacamos la caña y le enganchamos en su anzuelo una carpa bastante grande que teníamos en el rejón. La dejamos irse enganchada en la caña pero el animal no se despegaba de la orilla. Para espabilarla le tiré una piedra con tan mala suerte que le dí y la mate del golpe. Quedó flotando muy cerca de la orilla. Nuestro amigo volvió del «water» y se sentó en su hamaca, al lado de la caña… ¡y no veía la carpa flotando enganchada en la caña! Pasó más de media hora hasta que uno de nosotros le dijo que le habían picado en esa caña. Empezó a recoger el hilo y no podía creer que la carpa se hubiera venido sola a la orilla. ¡Así y todo se lo tragó! Luego nos decía que él había sido el ganador de la «pachanga» porque había sacado la pieza más grande (risas). Estuvo toda la tarde presumiendo de su «captura».
Viva el equipo embrauuuuu!! y viva mi maridoooooo LUISSSS!!!!