“Buscón” de flores y floripondios

La primavera la sangre altera. Lo sabemos y se constata cada año. Pero, en los programas televisivos llamados del corazón, parece que esta estación de flores y floripondios no se despide en todo el año.

El escenario listo. Colgado el cartel de “no hay billetes”. Los focos encendidos. Las cámaras comienzan a grabar. El público en sus casas. Los actores con unos billetes bajo el brazo, y con las máscaras puestas –y no hablo de las de del maquillaje de los actores–. Y… ¡acción! ¡Que empiece la función! ¿Es que no ven ustedes que siempre nos venden las mismas historias (cada cual más mediocre) y además cada uno cumple un papelón (cada cual más ridículo)?

Ni salsa rosa ni salsa de tomate. Porque para tomates los que se merecían muchos de ellos. Y sí, es que parece que aquí hay tomate, pero de los que huelen a mohosos. Porque estos “golfos”, como el escritor andaluz Antonio Burgos los ha llegado a definir, viven de las exclusivas sin causas justificadas.

Bazofia, una panda de buscones o sinvergüenzas, a mí me es indiferente como los llamemos. Lo más deplorable es que en revistas y otros medios los lleguemos a considerar héroes de la sociedad. Desde nuestras casas, les sacamos los pañuelos blancos para que les concedan las dos orejas, y, si nos apuramos mucho, también les pedimos el rabo. ¿Será por esa tremenda cualidad de poder adoptar cualquier postura no importa con qué atuendo haya que disfrazarse? De torero, futbolista o cantante. En este oficio, está todo muy claro. Lo importante es creerse el rey del mambo. `Vestirnos´ cuanto más llamativos y extravagantes mejor. Y si es necesario, adoptamos el papel de bufón…

¡Ea, esa es la clave pa´ que el público se ría!

Gloria Gil Talavero