El sueño del Hombre Nuevo

Os dejo el Manifiesto que ayer, para poner el punto y final a la celebración del «KM SOLIDARIO» , leyeron los niños y niñas de Tercer Ciclo de Fomento de la Lectura del C.E.I.P. «Batalla de Pavía» . ¡Que lo disfrutéis!

Uno de estos días, en que andábamos  dándole vueltas a cómo haríamos un Manifiesto contra el mundo gris al que nos llevan las drogas; Biblonio, el Duendecillo que vive en los libros, nos  trajo noticia de un pariente suyo que habita en el que llaman Reino de los Sueños.

Cuentan las Crónicas que un Sabio Hechicero, que quizá fuera Merlín, sabio entre los sabios, le puso por nombre : Duende de los Deseos. Decidimos entonces, hacerle llegar nuestras preocupaciones, nuestros deseos de que nuestro mundo, éste en el que ahora vivimos y el que habitaremos en el futuro, se convirtiera en el más hermoso de los mundos; donde no exista nada que nos impida disfrutar de la VIDA con mayúsculas..

Al cabo de unos días, el Duende de los Deseos, nos dejó la siguiente carta dentro de la Caja Roja de Biblonio que tenemos en el Cole. En un viejo pergamino, nos pedía que os hiciésemos llegar estas palabras de esperanza y de confianza en el hombre.

Queridos humanos  que creéis en los Duendes:

Es preciso que sepáis que siempre hay momentos que nos conducen allá donde nuestros sueños pueden ser realizados, y ese lugar está dentro de nosotros mismos, en nuestro corazón y en nuestra cabeza.

Que contra aquello que afea vuestras vidas debéis mantener vuestras manos unidas. Sólo enlazando  vuestras manos, seréis capaces de sostener el mundo por aquellos que no pueden hacerlo por sí mismos.

Vuestras manos pueden reparar brújulas para que éstas vuelvan a señalar el norte: ¡Benditas sean las manos capaces de labrar caminos, de labrar el camino verdadero hacia la verdadera VIDA!

Por si os sirve de algo, en el Reino de los Sueños, tenemos por costumbre mandar a Marte todo lo feo, lo mezquino, aquello que nos hiere y nos lleva a naufragar en la nada. Si me aceptáis un consejo, dejaos llevar, siempre habrá alguien que siembre en el alma enferma, las ganas de sentir la VIDA, y  darle la oportunidad de la ALEGRÍA.

En el Reino de los Sueños, sabemos que hay obstáculos que os hacen caer y sentiros habitantes del País del Frío y de las Sombras. Pero no temas, siempre habrá manos dispuestas para no dejarte caer, para levantarte si ya has caído; para que no desfallezcas en la búsqueda de la dignidad  que perdiste cuando te aferraste a la mano equivocada.

Has de saber, que en el Reino de los Sueños, no existen Manos Negras; y sabemos que  no hay nada que no cure un abrazo hecho de la suma de TODOS LOS ABRAZOS.

En el Mar de los Abrazos, nace el HOMBRE NUEVO.

Por aquí , en la Tierra de los Duendes, hemos oído hablar de un tal Pepito Grillo que dicen que habita en vuestras conciencias, nos han dicho que es el más genial de los tipos. Probad a darle un silbidito cuando necesitéis ayuda; porque os confesaré un secreto de duende, hay tantos Pepitos Grillos, como personas necesiten ayuda para salir del País del Frío.

Os sorprendería saber las heridas que seríamos  capaces de curar si todos remásemos en la misma dirección , en creernos UNO  y TODOS, porque todo lo que les pasa a los demás, nos pasa también a nosotros. El dolor de los demás es nuestro propio dolor, y su alegría, nuestra alegría.

Los naufragios de los demás, son nuestros propios naufragios. Y entre todos hemos de encontrar  esa isla en la que reparar las balsas, en la que recuperar la dignidad perdida.

Todos en alguna ocasión podemos sentirnos naúfragos, pero hemos de saber- así ocurre en el Reino de los Sueños_, que el sol sale para todos cada día: ¡Dejaos acariciar por su calor, cerrad los ojos, sonreíd y pensad que no estáis solos, que toda la eternidad cabe en el viaje de los pájaros!

Y nunca pienses que se ha acabado tu tiempo y que nada merece la pena, porque este mundo lo sientas ajeno.

Ahora quiero regalaros una hermosa historia. En el Reino de los Sueños, les contamos a nuestros “Duendes niños”, la Historia del Hombre de Arena porque es él quien  nos trae la esperanza  del FUTURO escondido entre los poros del tiempo.

Cuentan que el Simoon, el Viento que Habita los Desiertos, ese que se cuela implacable entre las túnicas de los tuaregs, quiso acabar un día con el Hombre de Arena. De hecho, cuentan los duendes más viejos , que esparció cada una de las partículas de que estaba hecho el cuerpo del  Hombre de Arena, por todos los desiertos del mundo.

Cuando todo lo creía perdido, el Hombre de Arena que aún conservaba las enseñanzas de sus antepasados, sabía que aquel que sabe escuchar , se deja aconsejar por el silencio. Supo confiar en la Luna Grande, la que cuida la noche de los desiertos y dejar que ésta moldease su espíritu con su luz. El Hombre de Arena, porque así lo quiso la Luna Grande, se vio reflejado en las aguas del oasis y se vio hermoso y resucitado.

Entonces, la Luna Grande, lo puso en la senda plateada de los Caracoles de la Noche, porque sabía,  que aquel que se había sentido derrotado, volvía a creer en el Sueño de una Vida Nueva.

El Hombre de Arena supo que siguiendo aquella senda viscosa, lograría  convertirse en un HOMBRE NUEVO; y a cada paso que avanzaba, las partículas de arena que el Simoon había desparramado, se iban adhiriendo a su espíritu con más fuerza que nunca.

Paso a paso fue aprendiendo que el  FUTURO nos espera dormido entre las dunas del tiempo.

Cuando acabó de recorrer la senda que los caracoles  dibujaban para él cada noche, se miró a sí mismo y se vio fuerte  e importante.

Cuentan las viejas crónicas que desde entonces, sus manos de arena curan los malos sueños y es capaz de transmitir el entusiasmo y la ilusión a aquellos que tienen la mala suerte de toparse con Malos Vientos, que los hacen perder la esperanza, hasta  anularles la voluntad y conducirlos al País del Frío y de las Sombras.

Queridos niños y los que ya no sois tan niños, guardad esta historia en vuestro corazón,  por si os encontráis alguna vez con el Simoon.

 A todos los que confiáis en los Duendes, os encargo, muy especialmente, que jamás renunciéis a vuestros buenos sueños, huid de la Mano Negra de las Drogas porque sólo os llevarán al País del Frío , donde todo es dolor y destrucción.

Y recordad, porque esto es muy importante que: Nadie dijo que vivir fuera fácil y que el hombre haya de ser perfecto. Todos estamos hechos de aciertos y errores, de amor y de dolor,  de problemas y soluciones, de éxitos y fracasos ; y que todos estamos capacitados para asumir el increíble y apasionante reto de superar las pruebas que nos mandan  los días. La fórmula secreta es bien sencilla: debéis aceptaros como sois, humanos e imperfectos, y que vuestras manos pueden ser tan mágicas como las del Hombre de Arena y que si las unís y remáis a la par, podéis sanar a los que han dejado de reconocerse en los demás y ya  no se sienten importantes.

¡Nunca levantéis contra aquel que ha caído las voces del silencio, no olvidéis que es posible el sueño del HOMBRE NUEVO!

¡No ignoréis al que sufre, ofreced vuestras manos  al que se siente perdido, porque su calor,  lo pondrá de nuevo en el CAMINO DE LA VIDA!

Mª José Vergel Vega