
UNA DE LAÑADORES Y QUINCALLEROS
Tengo la plena certeza de que estas palabras: “LAÑADOR O QUINCALLERO”, a nuestros hijos no les sonarán, no sabrán relacionarlas con uno de esos oficios que hubo en España, y que con el paso del tiempo, los nuevos materiales, y una economía globalizada (y no de supervivencia), inexorablemente se los condenó a desaparecer. Si no fuese por las referencias que hay escritas de estas profesiones seguramente, se las sumiría al más profundo de los olvidos. Parece ser, que estas dos profesiones eran de carácter nómada, y que al igual que los afiladores gallegos, desarrollaban su actividad, recorriendo los pueblos, ofreciendo sus servicios, en la misma puerta del domicilio del que demandaba sus trabajos. Hablaba yo de economías de supervivencia, y es que en los años de la posguerra civil española las economías, (sobre todo las de las familias más humildes) no podían permitirse el lujo de cambiar la cacerola, el plato de china, la cántara, las tinajas para agua, la palangana que se descascarillaba, o el orinal blanco de china, con la facilidad con que lo hacemos hoy. Todos estos objetos de uso domestico y cotidiano, gozaban de larga vida, a pesar de los múltiples parches y remiendos que acumulaban con el paso de los años, gracias a estos desaparecidos oficios: los lañadores y los quincalleros. LOS LAÑADORES Parece ser que los lañadores tenían una actividad más concreta que...
Read More