
La Historia de unas Tinajas

Éranse una vez unas tinajas, las más grandes de su hogar, que se fueron a recorrer mundo, y decidieron visitar Dinamarca, concretamente la bonita localidad de Silkeborg.
Decidieron visitar la ciudad y allí encontraron un hogar perfecto, por lo menos por un tiempo: el Museo Silkeborg bad Art Center, donde su amiga Pía Andersen, que las visitó en Torrejoncillo, las ayudó a establecerse.
He aquí la historia