Perdiendo nuestra historia
Seguramente preguntamos a nuestros más pequeños por la Fuente Salá y no saben de qué hablamos. Los que ya tenemos una edad, por poco que la hayamos visitado o incluso de oídas , sabemos que forma parte de nuestras intrahistoria.
Ya hace unos años, creo que en 2011, cuando publicábamos el artículo titulado «La Aceña de la Torre de Vigo» y “Lastima de Historia»ya era complicado acceder a ella, incluso las paredes ya estaban agrietadas.
Hace unas semanas nuestro particular viajero en redes sociales, José Manuel Hernández, quien nos ha mostrado durante la pandemia las calles torrejoncillanas, y que en la actualidad nos está deleitando con su particular «Conocieron tiempos mejores V «, llevándonos por los rincones más curiosos del término municipal, nos ha hecho recordar a través de esta fotografía aquellos tiempos en que la Fuente Salá era parte importante de nuestras vidas.
Seguro que más de uno ha sentido una pena inmensa al contemplar esta Fuente Salá derruida, una fuente que todos los que la conocen describen las maravillas de sus aguas; aguas curativas para los eczemas , herpes, picaduras, sarampión, varicela, soriasis y toda clase de enfermedades de la piel.
Muchas eran las personas que visitaban esta caseta, no sólo de nuestra localidad sino también de las localidades cercanas, donde encontrábamos un pequeño pozo con brocal para sacar el agua y varias pilas para meterse de cuerpo entero, si era este el que estaba afectado totalmente, incluso cuentan que había una persona dedicada a calentar el agua por si era necesario meterse entero.
Es una lástima que parte tan importante de nuestra historia, al igual que muchas otras, desaparezcan de este modo.
