El «Messi» de El Batán vuelve a fichar por el Valladolid
«Seré un Teto totalmente nuevo». Protagonismo de uno de los futbolistas extremeños con más futuro, que regresa al club pucelano después de que su contrato anterior se suspendiera por un acto de indisciplina. Apunta a gran estrella del fútbol español
El enorme talento de Carlos Alberto Carrasco, conocido futbolísticamente como ‘Teto’ (El Batán, 21-3-94), le ayudó a firmar el año pasado con el Valladolid por tres temporadas procedente del Diocesano juvenil. Por un error puntual que él mismo jura y perjura que no volverá a suceder, su carrera corrió peligro, desvinculándose del club de Primera División.
El ‘Messi de El Batán’ volvió a casa y terminó la temporada con el Diocesano de Preferente. Tenía que volver a ser él, con sus amigos, con su gente. Rechazó ofertas de Tercera División, del Coria y la UP Plasencia, en concreto. El dato avala quién es y quién puede ser Teto: la confianza en el futbolista extremeño es tal que el Valladolid le ha vuelto a poner sobre la mesa un contrato por dos temporadas para jugar, en principio, con el filial.
«Esta misma temporada quiero jugar en Primera». Así de descarado se muestra ahora el futbolista, al tiempo que humilde: «me equivoqué, pero no ocurrirá más. Me tomaré todo en serio y seré un Teto nuevo». Tiene el aval de su calidad y el del propio Diocesano, cuyo entrenador, Adolfo Senso, también le respalda. «De él depende, pero está claro que tiene calidad para triunfar», apostilla.
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LOS SUYOS, CLAVE
«Sin mis compañeros del Diocesano, que tanto me han ayudado, no hubiera sido posible, gente como Mario Vecino y José Antonio han sido fundamentales, gente que a lo mejor no salieron tanto en aquel equipo de hace dos temporadas», agradece el jugador, al que acompaña en cada partido una zurda espectacular y unos movimientos que recuerdan al mismísimo Messi. Su ídolo, en cualquier caso, es Ronaldinho. «Hasta he nacido en una misma fecha que él», se congratula en modo irónico.
Teto tiene una nueva oportunidad. Sabe, en realidad, que es la definitiva. Sus amigos Burgui e Ismael Cerro ya triunfan (el primero tiene ficha profesional en el Castilla de Segunda y el segundo ha reaparecido con éxito y gol tras muchos meses lesionado con el Madrid A juvenil) y él encara su año. El año de un jugador diferente.
Centrado y con una asignatura pendiente de Segundo de Bachillerato, ya hasta se propone retos complicados: estudiar Ciencias del Deporte o Periodismo. Pero antes deberá demostrar que ha vuelto. Que definitivamente ha retornado el ‘Messi de El Batán’. En el Valladolid Gail, Baltanás… saben que tienen a un tipo único.
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