Quiero vivir
Hoy, quiero que seas tú, quien me escuche. Si me dices que me quieres… ¿Por qué me aíslas?, ¿por qué me controlas?, ¿por qué te enfadas si quiero ver a mi familia o a mis amigos? Si me dices que me quieres… ¿por qué me amenazas, me pegas, me violas, me matas? Eso no es amor. Si hay amor no puede haber violencia.
No me trates como a una niña, no eres superior a mi. No soy tuya, no soy algo a tu disposición o a tu capricho. Te equivocas, te equivocas…
Me gustaría saber, cómo te sentirías tú, si día y noche, una persona controlara todos tus actos y te dictara órdenes para cubrir sus propios deseos. Si te dijera desde qué ropa ponerte hasta cuándo debes lavarte el pelo. Cuándo debes hablar o lo inútil que eres. Si te amenazara o pegara para conseguir lo que quiere. ¿Cómo te sentirías tú si además esa persona dice amarte y justifica todo esto por el bien de los dos?
¡Por el bien de los dos!…
No sigas repitiéndome que me quieres, que no lo volverás a hacer, que te perdone, que la situación va a cambiar. No me des más esperanzas. Resuelves tus problemas con violencia hacia mí, culpándome de todo lo malo que te pasa porque eres incapaz de enfrentarte a tu complejo de inferioridad y sabes que sin mí, no puedes crecerte.
Estoy harta de vivir con miedo, con el corazón en un puño, esperando a ver cómo vuelves hoy a casa. De hacerme invisible para evitar broncas. De agradarte para que estés contento. Estoy harta de sentirme sola, en silencio, de intentar evitar que se entere el vecindario o de que los niños nos oigan.
Estoy asqueada de tus caprichos. Estoy harta, cansada y defraudada. Tengo pena de mí misma, de sentirme tan poca cosa, tan poco valorada, de recibir malos tratos en lugar de amor.
Quiero que me dejes en PAZ. Mejor aún, quiero VIVIR en PAZ. Quiero ser yo, tener ganas de vivir y volver a sonreír, pero me falta valentía y mucha ayuda. Cariño llora, porque es mucho más hombre el que LLORA que el que MALTRATA.
Marisol Espejo
Profesora coordinadora del Proyecto de Paz de IESO Vía Dalmacia
Manifiesto leído el día 25 de noviembre durante el recreo antes de mantener 53 segundos de silencio, uno por cada víctima que se ha cobrado la violencia contra las mujeres hasta ese momento, hoy por desgracia ya son más.