LO QUE NO HAY QUE HACER CON LOS COCHES
“Por favor, lávame”, “Véndeme”, “¿Donde diablos está el dueño?”, “¿Ha muerto el propietario?”, “Estoy de acuerdo”… Son algunas de las frases que han sido escritas a dedo sobre este precioso BMW M6 granate que está expuesto a la intemperie en el emirato árabe. A juzgar por la capa de polvo que acumula, lleva el calle una temporada no muy corta.
¿Estará vivo el dueño? Pues eso habría que estudiarlo, si te sobra el dinero como para comprarte un coupé de más de 120.000 euros lo tienes en un garaje, no en la calle. El Mundo está muy mal repartido, y estas cosas hacen que a uno se le encoja el corazón: ¿por qué un coche tiene que pagar por la irresponsabilidad de su dueño?
Al menos podemos dar las gracias de que sea Dubai. Si ese coche estuviese en Madrid, Barcelona… en evidente estado de abandono, sólo quedaría de él lo que no pudiesen llevarse los chorizos y demás buitres carroñeros.
BMW SERIE 7
El tuning árabe es diferente, muy diferente. Ostentoso, extravagante y sin límites. Sin ningún límite. Y aquí tenemos una buena muestra de ello, este BMW SERIE 7. Y porque lo han dicho ellos, porque es irreconocible.
Como hemos visto en anteriores ocasiones, no basta con bajadas de suspensión imposibles o modificaciones completas de la carrocería. No, cada puerta tiene que ser de su madre y de su padre, abriendo para donde mejor le parezca.
No podía dejar pasar la oportunidad de enseñaros esto. Definirlo es difícil, pero este BMW Serie 7 look-alike anda entre lo grotesco del cine gore y la tecnología espacial de la ciencia ficción.
EL FORD MAKIMERO
Ríase usted del SEAT makinero, que viene la versión basada en un Ford Sierra coupé.
Incorpora todos los elementos nesezarios para la noche, como miles de voltios orientados al exterior del chasis para tronar a los vecinos y a los del pueblo de enfrente. Este enjendro es obra de un holandés llamado Olaf Mooij, ¡y se puede alquilar para fiestas!
Su equipo de sonido es lo suficientemente potente para que los hielitos del cubata salten solos y flipemos con los últimos ésitos de las catedrales del trance. Ya conocía un Ford Sierra hipersonificado que rondaba un instituto al que fui, pero comparado con esto, es una maric… nimiedad.
Se cree que los altavoces también sirven como sistema de seguridad. Ante la cercanía del típico cagaprisas que se pega a los paragolpes, basta con poner unos temitas de Barthezz para que el perseguidor vea cómo revientan sus faros, luna, retrovisores, ventanillas y con un poco de mala suerte las gafas.
Todo lo necesario para poner música en una fiesta va incluido dentro, faltaría más. Este diseño fue nominado para el “Rotterdam Design Prize”, el premio de diseño más prestigioso en Holanda.
Y sobrevivió a la hoguera como podéis ver.
CHEVROLET EN ORO PURO
No estoy muy puesto en la cultura Lowrider, no es uno de los movimientos que más me agraden. Por eso no conocía la existencia de este coche, el Pure Onda de Robert Espinoza. Un 1964 Chevrolet Impala SS que ha ganado todo lo ganable en los concursos en los que se ha presentado, llegando incluso hasta el extremo de que no se le permitía participar en nuevas ediciones.
Pero todo eso fue antes de verlo como está ahora, recubierto de oro hasta el último rincón. Una vez que un coche de exhibición tiene vetada la entrada a concursos por abusón, sólo quedan soluciones extremas de personalización.
Así que su dueño y su equipo pensaron que la mejor forma de rejuvenecerlo era chapando todo elemento metálico del coche. Suspensiones, motor, detalles del interior, paragolpes, altavoces, etc… Todo. Para que luego digan que hay crisis y que los excéntricos sólo viven en Dubai.
Víctor Díaz Rivero