FRAY FRANCISCO DE TORREJONCILLO
El primero de ellos fue un humilde hermano lego que casi pasó desapercibido. El otro es mundialmente conocido por los estudiosos del pueblo judío, por su obra Centinela contra judíos puesto en la Iglesia de Dios, aunque las noticias biográficas se reducen a lo que el narra en su libro y poco más.
Fray Juan de la Trinidad lo define así:»Murieron en este trienio dos frailes legos, a los que los demás respetaron por muy perfectos religiosos, y los seglares veneraron por santos, uno de ellos fue Fray Francisco de Torrejoncillo, natural de un lugar de este nombre, a dos leguas de Coria, fue muy humilde y muy pobre, obedientísimo, de Angélica pureza, muy penitentes y muy ocupados en los misterios de su estado, muy dados a la orientación mental. Murió en el Convento de San Bartolome de Valencia de Alcántara, el mes de Diciembre de 1633.»
Según la definición que da la Biblioteca Discalceatorum : » Franciscano de Torrejoncillo. Español, perteneciente a la estricta observación de los descalzos de la provincia de San Gabriel y célebre eclesiástico (o teólogo) publicó en español un documento eruditísimo cuyo título es centinela contra judios».
Y el padre Trujillano dice de él.
«TORREJONCILLO, Fray Francisco, teólogo y místico, nacido en la villa de su nombre, en la primera mitad del siglo XVll, escribió varias obras pero parece que de ellas solo llegó a publicarse otra que tiene por epígrafe Centinela contra Judíos, publicados en Pamplona, en el año del 1691. En Madrid se reimprimió , en 1721, y nuevamente en Coimbra en 1724».
El Padre Trujillano en nota manuscrita en un ejemplar de Varones Heroicos, dice que el centinela fue mandado retirar. Quizá por ello se conservan tan pocos ejemplares a pesar de sus muchas ediciones. La crítica moderna trata mal a nuestro Fray Francisco. Caro Baroja lo califica de energúmeno. La verdad es que, aún situándonos dentro del contexto social y religioso en que escribió su obra, e incluso pasando por alto ciertas de sus afirmaciones, como que los judíos tienen rabos pueriles que contiene, se pasó y muy pasado en sus ataques contra los judíos, lo que quizá le costo la vida a más de uno de ellos.
Textos recopilados del libro de Don Ángel López Bernalt páginas 210, 211, 212, 213, “Torrejoncillo, materiales para reconstruir su historia”. En otras valoraciones, numerosas, por cierto, se hace referencia a que la obra de Francisco de Quevedo llegó a reflejar con ciertas reminiscencias influyentes algunos razonamientos camuflados en sus personajes. A través de internet, podemos localizar infinitas referencias a este personaje, de las que se citan varias a continuación, comparándolo, en algunas de ellas, con otras tipologías más modernas de racismo histórico, dejando a elección de los internautas, lectores y usuarios del blog, la interpretación que consideren oportuna.
El ejemplo de la “limpieza de sangre” nos demuestra que a través de un discurso teológico también se pudo fabricar un determinismo biológico en detrimento de personas que se calificaban como “impuras” y, en consecuencia, como “inferiores” por tener antepasados judíos o musulmanes.(Revista de Estudios Sociales, nº 26).
A la militancia moriscófoba se unió el desaforado antisemitismo de fray J. Torrejoncillo con su “Centinela contra judíos puesta en la Torre» la Iglesia de Dios con el trabajo, caudal y desveló del Padre”, publicado en Madrid en 1674. (Biblioteca Gonzalo de Berceo).
http://www.vallenajerilla.com/berceo/florilegio/inquisicion/historiadoresantoficio.htm Torrejoncillo, Francisco de, Centinela contra judíos, Pamplona, 1691.
http://ar.geocities.com/catolicosalerta01/complot_contra_la_iglesia/d38.html
El Padre Francisco de Torrejoncillo, en 1674, desarrolló su obra “Centinela contra judíos”, una concepción de “raza” tomando a manera de ejemplo a los neófitos. Al inicio de su obra afirma que “esta raza (los judeoconversos) mancha mucho”. De esta manera el uso del término “raza” está ligado a la denominación de lo “impuro” y no como criterio de clasificación de la humanidad, como sí fue en el caso de la Edad Contemporánea. De todas maneras, para elaborar una clasificación jerarquizada de la humanidad, Torrejoncillo recurrió a la tradición bíblica del diluvio haciendo referencia a los hijos de Noé: Jafet, Cam y Sem fueron designados como padres de los distintos pueblos. Mientras Jaref era considerado el antecesor de la Europa cristiana y Cam el de África, Asia y más tarde el Nuevo Mundo, Sem se convirtió en el padre primordial del Islam y del judaísmo (“semitas”). Los sucesores de Sem, a raíz de la culpa colectiva originada en la crucifixión de Jesús, perdieron desde entonces su “pureza” portando una mácula indeleble. http://www.tiemposmodernos.org/viewarticle.php?id=34&layout=html