OFRENDA DE FLORES A MARÍA SANTÍSIMA
Normalmente el domingo después del pregón se celebra todos los años la ofrenda de flores a María Inmaculada. Este año la junta directiva de la Asociación de Paladines al no estar la imagen de la virgen en muy buen estado (grietas en la cara, sujeción de la diadema muy floja, el armazón de madera que sostiene la imagen de candelero en condiciones lamentables) decidió bajarla del altar que se le ha adecuado en San Antonio una sola vez, realizar la ofenda en las andas el día 6 de diciembre y dejarla allí para la procesión de la Pura. Cuando normalmente la imagen se baja, desde que está en San Antonio, para la ofrenda, ya que tiene ser en la calle, se vuelve a subir al altar para el resto del novenario y se baja de nuevo para la procesión de la pura.
Esta medida molestó a buena parte del colectivo de comerciantes torrejoncillanos, pues el día 6 es un día que muchos aprovechan en sus negocios y así se lo hicieron saber a la directiva. Se les explicó en la asamblea extraordinaria de la asociación y se les recalcó que esta medida era eventual y por los motivos anteriormente expuestos.
La asociación ya se ha puesto en contacto en un restaurador de imágenes y esta navidad se abordará el problema.
La procesión comenzó a las 12:00 h. en la plaza. El recorrido seguía por Barrio Nuevo, Plaza de la Encamisá, Saturnino Serrano, D. Lorenzo Díaz y San Antonio. La Asociación de Paladines había recordado por activa y por pasiva que las personas que desearan ofrecerles flores a la Virgen lo hicieran en el siguiente orden: Primero los niños y niñas ataviados con el traje de típico, seguidos de la personas mayores con el traje torrejoncillano y finalmente las personas con vestimenta de calle con niños pequeños ya sea cogidos o en los carros.
No está claro cual es el concepto que tienen algunas personas de procesión con el traje típico. Normalmente en las procesiones de Semana Santa, las personas vestidas de paisano no se mezclan con los Hermanos del Señor. Pero en esta procesión el hecho de se haya empezado de un tiempo a esta parte a entremezclar la personas con el traje típico con el resto ya justifica que nos unamos cualquiera a la procesión sin ningún tipo de orden. Podríamos llamarlo paseo por las calles de Torrejoncillo hasta la ermita de San Antonio en este caso. Se rompe el colorido, se rompe protocolo, se rompe la procesión en definitiva.
Si todos no ponemos nuestro granito de arena no lograremos que esta procesión, sea eso, una procesión y no lo que viene sucediendo estos últimos años.
Dicho esto, la entrega de flores fue muy ordenada desde la primera niña que entró hasta última señora que pasó delante de la virgen.
Este año la encargada de hacer la Ofrenda de Flores a María Santísima era la niña Pilar Domínguez Martín. Desde el principio se dirigió a nuestra patrona con fuerte voz, con mucha fuerza, con unas ganas enormes de decirle a nuestra madre todo lo que traía preparado. Habló en un lenguaje sencillo, propio de una niña de su edad y en su discurso no dejó de pedir por cada uno de los distintos colectivos que forman la sociedad torrejoncillana, ni se olvidó de los que ya no están entre nosotros. Llamándola MADRECITA le agradeció tantas y tantas cosas que poseemos y nos recordó a los allí asistentes de debemos desprendernos un poco más de lo material y fijarnos en los valores humanos, que son los que nos hacen crecer como personas.
El día, en lo climatológico fue excepcional y como ya estábamos dentro del puente de La Constitución la afluencia de gente fue masiva.
Finalmente, todo el público en general estaba invitado a la sede de Paladines para degustar el típico coquillo y vasito de vino de la tierra.
José Pedro Martín Lorenzo
