Lo que el ojo no ve, o pasa desapercibido
Acabó la juerga, el toro y la fiesta, yo el primero, pero hay cosas que pasan desapercibidas y son parte de nuestra semana taurina. Vamos a dar un repasillo por ellas, y es que se ha obrado el milagro, y nuestro particular santo de las fiestas, de una de nuestras peñas locales, obró dicho milagro, os hablamos de San Pringuín, un santo curioso que alberga la entrada de dicha peña, un tío seriote, que a penas gesticula, nos informa esta peña que se obró el milagro, pasaron por allí un día la reina y las damas de las fiestas y decidieron echarse una foto con él, he ahí el milagro, el santo parece ser que hizo un gesto de mueca, como si se riera o alegrase de que tan gentiles mozas se echaran una foto con ellas. Este santo cada año tiene más tirón, no me extrañaría que cualquier año nos sorprendiera, con alguna otra cosa, pero el hombre va poco a poco. Y qué decir de la Peña «El Trueno», en días anteriores me los encontré en la calle, allá por las traseras de la carretera, confeccionando su “muñeco” para colocarlo en la plaza, sus espectaculares truenos, o la explosión de la sandia famosa en el centro de la plaza, o debajo de los palos, con su típico botellón de queso de acehuche, su jamoncito y su vino....
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