LOS BELENES DE TORREJONCILLO

«Hasta que no pasa la Pura, para nosotros no es Navidad». La típica afirmación que siempre realizamos a nuestros conocidos, amigos de fuera o incluso del pueblo. Y sí que es cierto. Hasta que no pasa nuestra fiesta por excelencia, no comienzan los preparativos de la Navidad en Torrejoncillo.

Entonces es cuando comenzamos a sacar el árbol, las luces, las figuritas, se va a por el cesped, la arena y sacamos un sin fin de utensilios para poder realizar el belén. «La que se prepara» para montarlo todo, pero a pesar de ello, como la ilusion y la satisfacion es enorme, se sigue haciendo como cada año, con la nostalgia y el recuerdo de alguien que te ayudaba a relizarlo, pero sabiendo que desde donde esté, seguro que él o ella seguirán ayudándonos y compartiendo con nosotros estas fechas tan señaladas. Todas estas vivencias o comentarios son vividos en cierta manera por muchas personas en nuestro pueblo.

En este sentido, en Torrejoncillo se elaboran unos belenes magmíficos, todos tienen su encanto, todos tienen «su cosa», cuando los visitas, siempre hay algún detalle que te llaman la atencion, de echo, somos algunos los aficcionados que hemos pensado en hacer algun taller o alguna ruta para este año venidero. Tendremos que trabajarla porque merece la pena verlos, porque todos tienen su encanto, el belen de la Iglesia, el de la Residencia de Mayores, el del Juan Antonio «Pollino», el de Gloria Lourtau, el de Pepa o Carlos y todos aquellos que siendo pequeños o grandes tambien merecen la pena ser visitardos.

Aprovecho el paso reciente de estas fechas, ahora que el espíritu navideño aún está candente, para lanzar esta idea y en la navidad de 2010 se pueda llevar a cabo algún tipo de iniciativa para potenciar este arte tan popular y antiguo.

Juan Carlos Méndez