
TORREJONCILLO 4 – 7 CASAR DE CACERES
El encuentro comenzó ante la presencia de un gran número de aficionados para ver este vibrante choque. Los locales enseguida tomaron las riendas del juego y a los pocos minutos ya disfrutaron de tres claras ocasiones que no supieron materializar delante del portero rival. Sin embargo fueron los visitantes quienes se adelantaron en su primer disparo que pilló desprevenido a Melchor. Los nuestros seguían dominando y llegando con mucho peligro pero sin que la pelotita entrara, la más clara fue un disparo salvado en la línea de gol por un defensa y posteriormente otro golpeo al palo. En esto que en una contra bien elaborada por el Casar, marcan el segundo tanto. Demasiado premio para lo visto en la pista.
Los locales no se desconcentraron y siguieron con el acoso a la meta rival, después de tanta ocasión desperdiciada sería Robert Arribas quien acortaba distancias de doble penalti a falta de siete segundos.
La segunda parte comenzó con dominio abrumador de los torrejoncillanos, en el primer minuto ya gozaron de tres claras ocasiones. El empate estaba al caer y por fin fue Mario, tras pase de Pireo (magnífico partido), quien ponía la igualada. Duró poco ya que en la jugada siguiente los casareños se volvían a poner por delante.
Otra vez tocaba remontada pero por el juego desplegado y el tiempo que restaba no se pusieron nerviosos y siguieron con el acoso a la portería rival presionando en toda la cancha. Rober sería quien marcara el tanto del empate que daría alas al equipo, posteriormente en jugada ensayada de corner de nuevo Rober hacía el ansiado tanto que ponía por delante a los suyos. El partido estaba controlado ya que el rival a penas inquietaba con alguna llegada, aquí estuvo la clave ya que los de Pavía disfrutaron de bastantes ocasiones para sentenciar, incluso a puerta vacía, pero el gol se resistía. A falta de 5 minutos los visitantes deciden sacar portero jugador y otra vez los nuestros desperdiciaron dos clarísimas oportunidades de sentenciar lanzando fuera cuando no había portero.
Demasiado castigo para un equipo que jugó un gran partido, le dio una lección de fútbol sala a un rival que aspira al ascenso pero que no supo aprovechar las numerosas ocasiones de gol y tampoco aguantar un encuentro que tenía ganado.