El exalcalde de Ceclavín, absuelto en firme del delito de coacciones
Fallo definitivo tras unos hechos que se remontan al año 2007. Fue denunciado por el alguacil de este municipio por supuestas amenazas. Un juzgado ya le había absuelto en el 2012 y no se ha presentado recurso.
El exalcalde, Pedro Martín – NIEVES AGUT
El Juzgado de lo Penal número 2 de Cáceres ha declarado firme la sentencia de absolución a favor del exalcalde de Ceclavín, el socialista Pedro Martín González Mirón, en relación a una denuncia que le interpuso Paulino Rodríguez, alguacil del pueblo, por unas presuntas coacciones y amenazas.
Los hechos se remontan al 2007, año desde el cual, según el denunciante, asegura que Martín cuando ocupaba el cargo de alcalde «le sometía a un constante trato vejatorio, con coacciones, amenazas y con despedirle y destrozarle la vida si no hacía lo que él quería». En aquel momento y durante el juicio celebrado el 27 de junio del 2012 en Cáceres, estas acusaciones fueron desmentidas por el propio exalcalde que aseguró que él «lo único que hacía era pedir a este funcionario que realizase su trabajo y cumpliera con sus obligaciones».
Sobre estos hechos, el juez emitió una sentencia de absolución en base a que con toda la documentación y testimonios aportados, «no quedaron probados ninguno de los delitos de los que se le acusaba al exalcalde».
Además, el fiscal llegó a pedir una condena de tres años de prisión para el exalcalde y que también éste indemnizara al alguacil con una cuantía de 15.000 euros, una petición que finalmente no salió adelante. Ahora, y tras casi un año desde que se emitió esta resolución absolutoria, ha sido declarada firme, dado que dentro del plazo estipulado no se ha presentado contra ésta ningún recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Cáceres por parte del denunciante.
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SATISFECHO
En este sentido, Pedro Martín confesó ayer sentirse satisfecho y aseguró que «se ha hecho justicia» en un caso en el que asegura que actuó con total legalidad. Asimismo, explicó que todos los problemas con el alguacil surgieron cuando en el año 2007 como alcalde trató de hacer respetar la ley de incompatibilidad laboral por lo que envió un comunicado a todos los funcionados, entre ellos al propio alguacil. «Además de trabajar para el ayuntamiento por las mañanas, ejercía de pintor por las tardes, algo que era incompatible y que tenía que dejar, a raíz de ahí le vino una total enemistad hacia mí», dijo.
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