EMILIO DE JUSTO VISTIÉNDOSE DE LUCES
Casi todo, en el mundo del toro, se rige por rituales que en algunas ocasiones pueden ser alterados, en leves detalles, por las supersticiones de los diestros. El vestirse de torero no podía ser menos. Se trata de uno de los rituales más íntimos del diestro, que vive junto a su gente de confianza. Son momentos intensos, con los nervios propios de lo que está por venir.
Aproximadamente dos horas antes de la corrida, da comienzo el ritual que se repite cada tarde que el diestro se viste de luces. El terno está colocado en la silla del hotel, siempre de la misma manera y el mozo de espadas y el torero repiten cada tarde los mismos pasos.
El pasado 1 de julio tuvimos la suerte de vivir este momento íntimo con nuestro paisano Emilio de Justo y él ha permitido que compartamos estas imágenes con todos vosotros. Fue una tarde apoteósica y sin duda alguna la que marcó el punto de inflexión en la temporada de su consolidación, cortándole tres orejas a una corrida de Victorino Martín y saliendo triunfador de la feria de Burgos por la actuación de esa tarde. Sin duda alguna los que allí estuvimos gozamos de un bonito y completo día de toros.
Esperamos que os gusten.
